Con la llegada del invierno, los habitantes de Nueva York y gran parte de Estados Unidos se preparan para el tradicional cambio de horario. Este año, el reloj se atrasará una hora en la madrugada del domingo 3 de noviembre de 2024, a las 2:00 a.m. En ese momento, el reloj pasará a marcar la 1:00 a.m.
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Esta práctica, instaurada hace décadas, tiene como objetivo aprovechar al máximo la luz solar durante las diferentes estaciones del año. La idea original detrás del cambio de horario es ahorrar energía al adaptar el horario de las personas a los ciclos naturales de luz y oscuridad.
Estados que no cambian la hora
Mientras gran parte del país ajusta sus relojes, hay algunos estados y territorios que mantienen un horario estándar durante todo el año. Entre ellos se encuentran Hawái, la mayor parte de Arizona, Puerto Rico y varios territorios insulares. Estos lugares no participan en el cambio de horario.
Para facilitar la transición al nuevo horario, se recomienda seguir algunos consejos prácticos:
- Actualizar todos los relojes, no solo el reloj de pared, sino también los del celular, computadora, horno y cualquier otro dispositivo que cuente con una hora.
- Informa a otras personas, sobre todo en caso de tener reuniones o citas programadas. Es importante asegurarse de que todos estén al tanto del cambio de hora para evitar confusiones.
- Adaptar la rutina de sueño, lo cual empieza por intentar acostarse y levantarse 15 minutos antes durante los días previos al cambio para facilitar la transición. Esto puede ayudar a minimizar los efectos del cambio en los ritmos circadianos.
El cambio de hora puede alterar nuestros ritmos biológicos. Por esta razón, se recomienda ajustar gradualmente nuestros horarios de sueño y alimentación para adaptarse mejor a la nueva rutina.