Los Kansas City Chiefs han sido sin duda una de las franquicias más exitosas de la NFL en los últimos años. Sin embargo, su nombre y algunas tradiciones—como el famoso “tomahawk chop”—han vuelto a ponerse bajo el foco del debate nacional. Mientras algunas voces lo defienden como parte de la identidad del equipo, otros cuestionan si ha llegado el momento de evolucionar. ¡La polémica está servida!
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El verdadero debate detrás del nombre “Chiefs”
El nombre no surge de admiración a la cultura nativa, sino que fue inspirado por H. Roe Bartle, uno de los “chiefs” del programa Mic‑O‑Say en los Boy Scouts, y alcalde de Kansas City en los años 60. Pero eso no impide que la iconografía asociada – flechas, tambores, war paint, el “tomahawk chop” – sea vista por muchos como una forma de apropiación cultural inapropiada y ofensiva.
Grupos como Not In Our Honor y la Kansas City Indian Center, liderados por Rhonda LeValdo (Acoma Pueblo), han pedido públicamente el cambio de nombre y la eliminación completa de símbolos, rituales y emblemas nativos en Arrowhead Stadium y en la franquicia. Según ellos, el “chop” y la parafernalia no son tributo, sino algo degradante y dañino para la autoestima y cultura de los pueblos indígenas.
En respuesta a la presión social, los Chiefs prohibieron el uso de tocados y pintura facial en 2020, retiraron al caballo Warpaint en 2021 y formaron un comité con miembros indígenas desde 2014. Pero el cambio más significativo — el nuevo nombre de franquicia— no ha sido discutido públicamente por la organización.
Aprendizajes de Washington y Cleveland: ¿debería ser el siguiente paso?
Otros equipos ya han dado pasos más drásticos. En la NFL, los Washington Redskins pasaron a llamarse Washington Commanders en 2022 tras una campaña que se prolongó más de una década. En MLB sucedió lo mismo: los Cleveland Indians se convirtieron en los Cleveland Guardians en 2021, eliminado además su logo en 2018.
Estos cambios muestran que, si bien implica un costo logístico y de identidad, la evolución es posible y, a veces, necesaria. Además, muchos patrocinadores grandes y la opinión pública están cada vez más alerta a cuestiones de justicia cultural y sensibilidad étnica. Y aunque figuras como Donald Trump defiendan mantener símbolos nativos bajo la bandera de la “cultura cancelada”, cada vez más voces nativas e influyentes de la sociedad piden avanzar.
En el caso de los Chiefs, la pregunta clave que queda en el aire es: ¿hasta cuándo se considerará suficiente haber prohibido ciertos símbolos, sin cuestionar el propio nombre? Parte de la comunidad cree que continuar con el apellido "Chiefs" mientras se prohíben rituales es un parche insuficiente. Por el contrario, defensores argumentan que el nombre tiene un trasfondo diferente y que la educación y la cooperación con grupos nativos bastan para respetar la cultura.
Mientras el equipo sigue acumulando éxitos deportivos y su popularidad continúa en ascenso, la presión social está lejos de ceder. Huelga destacar que incluso figuras influyentes han opinado: la actriz nativa Lily Gladstone lo mencionó al hablar de representación mediática del pueblo americano. Y expertos señalan que el uso de nombres étnicos en deportes puede convertirse en un problema de salud pública por su impacto en la percepción de los jóvenes indígenas.
El debate entre tradición versus sensibilidad cultural coloca a los Chiefs ante una encrucijada. Mantener el nombre con ajustes simbólicos no calma las voces más críticas. Cambiarlo, como hicieron Commanders y Guardians, representaría una ruptura fuerte pero también una oportunidad para marcar un nuevo capítulo de respeto mutuo. El tiempo dirá si la afición y la franquicia están dispuestos a dar ese paso.