El Inter Miami es el equipo de Messi, de eso no hay discusión, sin embargo, la reciente llegada de Luis Suárez no ha pasado por debajo de la mesa. El artillero uruguayo demuestra en cada partido las razones que lo llevaron al equipo de moda en el fútbol de Norteamérica. Beckham y Gerardo Martino pueden respirar tranquilos.
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A pesar de protagonizar una floja pretemporada, el ex Liverpool y Barcelona ya parece haber encontrado su arrollador ritmo goleador que, de seguro, le hará competir contra el mismo Messi por el Botín de Oro en la Major League Soccer. Las dudas cada vez son menos respecto al físico del sudamericano, a pesar de lo dicho por el mismo.
En cuatro partidos de la actual temporada, Suárez suma ya tres goles y cuatro asistencias, números que no distan mucho a comparación de lo que hizo con el Gremio de Brasil, equipo con el que jugó menos de dos años pero ya hizo lo suficiente para dejar huella en el fútbol amazónico. “Sabemos que no le dicen ‘El Pistolero’ por cualquier cosa”, dijo su compañero de equipo David Ruiz tras el final del partido en el estadio DNV PRK Stadium de Miami.
A sus 37 años de edad Suárez afronta uno de los retos más difíciles de su carrera, nunca es fácil llegar a un equipo con muy poca tradición y tener la obligación de sacarlo campeón en el corto plazo. La sociedad Messi-Suárez ya es la preferida por parte de los fanáticos en los Estados Unidos, algo previsible desde que se anunció el fichaje del charrúa.