El Manchester City picó adelante en la final del Mundial de Clubes, como muchos esperaban, el equipo inglés marcó lo que se conoce como un verdadero "gol de camerino", gracias a la ejecución del argentino Julián Álvarez, quien dentro del área no perdonó los desajustes en la defensa del Fluminense.
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Poco tiempo le bastó al campeón del mundo para conseguir un nuevo récord en su carrera y es que Julián Álvarez se convirtió en el jugador que marcó el gol más rápido en la historia del Mundial de Clubes, incluida la final y los partidos en rondas clasificatorias; Su anotación a los 40 segundos de arrancar el compromiso ya es historia de la competencia.
El tempranero gol de Álvarez le bastó para superar al jugador iraní Mohammed Gharib, quien hasta la fecha era el jugador que registraba el gol más rápido en cualquier partido del Mundial de Clubes, este había conseguido marcar a los 78 segundos en un partido jugado en el pasado año 2018.
Los dirigidos por Pep Guardiola aprovecharon la ventaja que les otorgó Julián Álvarez para mantener el dominio del juego durante todo el compromiso, y es que el actual campeón de la Copa Libertadores no pudo en ningún momento alterar la confianza del actual campeón de La Champions en la final por el trono mundial.