Los problemas del Barcelona no terminan de desaparecer, al contrario, cada día que pasa son más los inconvenientes con los que deben luchar Laporta, Xavi y los jugadores, pues a estas alturas de la temporada están cada vez más lejos del primer lugar y su juego es cada vez menos reconocible. El equipo catalán necesita un cambio lo más pronto posible si quiere competir por cosas importantes esta temporada.
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El principal señalado por los resultados negativos del Barcelona es Xavi Hernández, el estratega, que se convirtió en leyenda en el club como jugador cada día tiene menos respaldo por la fanaticada a causa de su poca capacidad de maniobra a la hora de detectar las falencias y problemas de su conjunto; El catalán además debe lidiar con lesiones y obstáculos extradeportivos que le impiden encontrar la regularidad.
A las ausencias y sanciones ya conocidas del cuadro culé se suman el canario Pedri González y el tulipán Frenkie De Jong en el medio del campo azulgrana. La presión que hay sobre la actual directiva y el actual cuerpo técnico del equipo provocan que los catalanes estén obligados a ganar aunque dependan de equipos poco regulares como Oriol Romeu y Fermín López para hacerlo.
En la rueda de prensa más reciente, el campeón del mundo hizo referencia a la confianza recibida por la directiva del club para su continuidad pero es consciente de que en caso que las cosas no salgan de la manera esperada su situación podría cambiar. "La Liga se nos ha puesto difícil, pero lo veo remontable". "¿Mi cargo? Estoy tranquilo, tengo confianza del presidente, de los jugadores. A final de temporada ya veremos".
Ahora mismo muchos dudan que el cuatro veces campeón de la Champions sea el indicado para terminar la temporada en el banquillo culé, aún así, el entrenador parece estar bastante consciente de que en caso de no poder manejar la situación hay altas probabilidades de que le den una salida y busquen a otro director técnico que sí pueda dar con la tecla.