La influencer y empresaria brasileña, Natalia Cavanellas, reconocida por su contenido de emprendimiento y estilo de vida, falleció a los 40 años en São Paulo durante una intervención quirúrgica estética.
NOTAS RELACIONADAS
Fue su esposo, Rafael Thomazella, quien informó de su muerte, lamentando haber perdido la alegría, independencia y profesionalismo de su mujer, quien deja huérfana a la pequeña Manoella.
Causas de su muerte
La operación que incluía liposucción, aumentos de glúteos y reposición de implantes mamarios, se llevaba a cabo en el hospital San Gennaro, cuando al iniciarse la inyección en los glúteos, Natalia sufrió un paro cardiorrespiratorio que los médicos no lograron revertir.
El caso fue calificado como una “muerte sospechosa” y las autoridades brasileñas han iniciado una investigación formal para determinar si hubo negligencia médica.
Las primeras hipótesis apuntan a una posible embolia grasa o pulmonar, una complicación grave y poco común que puede surgir de este tipo de cirugía múltiple a pesar de que sus exámenes previos no arrojaron ningún desperfecto en su salud.
El dolor por la partida de Natalia
El impacto en redes sociales fue inmediato. Su pareja, compartió un mensaje doloroso en Instagram: “Tristemente, Natalia nos dejó ayer, pero para siempre estará en nuestros recuerdos y nuestros corazones. Hemos estado casados durante unos años y el fruto de ese matrimonio llegó nuestra hija, Manoella”.
“Siempre le diré a Manoella cómo su madre fue una mujer increíble, el tipo de persona que todo el mundo ama, admira y que siempre la mantendrá viva en nuestros recuerdos”, agregó.
Su perfil de la red de la camarita, donde acumulaba más de 100 mil seguidores, se ha llenado de sentidas despedidas: "Dios consuele su corazón", "Nat... amor siempre te recordaré con mucho amor", "¡¡¡Qué pérdida!!!! Todavía no lo puedo creer", "Todavía es difícil creer que te hayas ido. Parece absurdo".
En redes sociales, Natalia había logrado consolidarse como una emprendedora exitosa y figura influyente en el mundo digital.
