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El 12 de junio, el empresario Antonio Espaillat, dueño del Jet Set, la discoteca en la que se produjo un derrumbe y murieron más de 200 personas, entre ellas Rubby Pérez, fue arrestado por “delito de homicidio involuntario”.
Su hermana Maribel, también fue arrestada y ambos se enfrentan este 18 de junio a una audiencia para conocer las medidas de coerción que definirán su futuro, tras las fuertes acusaciones que han recibido.
Audiencia de los dueños del Jet Set
Con un estricto operativo de seguridad, el Primer Tribunal Colegiado del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva en República Dominicana, inició la audiencia para definir las medidas contra Antonio y Maribel Espaillat.
Por parte del Ministerio Público, solicitan prisión preventiva para Antonio y arresto domiciliario con vigilancia judicial para su hermana, argumentando un patrón de “negligencia” que culminó en una masiva tragedia.
Además, han pedido que el caso sea declarado complejo, dada la magnitud de las querellas (más de 109 demandas civiles interpuestas por víctimas y familiares).
En el expediente, se incluyen 274 pruebas: materiales, testimoniales (videos, imágenes, audios) y peritajes que reflejan que los hermanos actuaron pese a tener advertencias claras sobre filtraciones y daños estructurales.
"Un derrumbe anunciado"
Testimonios clave descritos en el proceso revelan que empleados advirtieron un día antes sobre desprendimientos del plafón, a lo que Maribel respondió negándose a suspender el evento por Rubby Pérez. El Ministerio Público atribuye la implosión del techo a:
- Eliminación de columnas estructurales,
- Inobservancia de normativas de construcción,
- Sobrecarga con equipos pesados (aires, tinacos, casetas) sin ajustes técnicos
- Parcheos improvisados como lonas para mitigar filtraciones