A lo largo de la historia del beisbol en general, muchos son los peloteros cuyas carreras resultaron afectadas y/o terminadas por motivo de lesiones o dolencias físicas; en una menor medida algunos debieron culminar debido a enfermedades con tratamientos infructuosos o inexistentes.
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En ese último el más recordado de siempre es el de Lou Gehrig, el “Caballo de Hierro” de los Yankees de Nueva York y que con el legendario Babe Ruth conformó quizás el binomio ofensivo más poderoso e importante jamás visto. Tan trascendental fue su trayectoria que recibió el mote de “El Yankee Más Valioso de Todos los Tiempos”; con él como parte del esquema los Bombarderos del Bronx ganaron 7 veces la Serie Mundial.
A sus 36 años de edad en 1939 finalizó sus gloriosas faenas sobrellevado por un penoso padecimiento, esclerosis múltiple, que aún hoy es reconocido como la “Enfermedad de Lou Gehrig”. Este integrante del Salón de la Fama falleció el 2 de junio de 1941 a solo 17 días de su cumpleaños 38.
Esa es una de las narrativas más conmovedoras de esta y cualquier disciplina deportiva; en el tiempo presente también ocurre una de las más impactantes donde el protagonista es el otrora jardinero Andrew Toles que padece esquizofrenia y trastorno bipolar.
De acuerdo a su perfil en el prestigioso portal Baseball Reference, es nativo del estado de Georgia, a donde llegó el 24 de mayo de 1992; en 2010 fue drafteado por Marlins de Florida pero rechazó la oferta, luego en 2012 Rays de Tampa Bay le seleccionó y aceptó. Con esta organización permaneció hasta 2015, mismo año en el que se unió a los Dodgers de Los Ángeles.
El camino hacia las Grandes Ligas
Como parte de la franquicia azul, Alvin Andrew se desempeñó en las sucursales Clase A, Doble A y Triple en 2016, de manera global acumuló 323 turnos legales, dio 107 imparables, 27 dobles, 5 triples, 7 cuadrangulares, empujó 38 rayitas, anotó 55, se robó 23 bases, sacó 20 boletos, se ponchó 51 veces y cosechó .331 en promedio de bateo, .374 en porcentaje de embasado, .511 de slugging y .884 de OPS.
Esos guarismos de excelencia le merecieron el ascenso a las Mayores, donde se estrenó el 8 de julio de 2016; en el Dodger Stadium los Padres de San Diego estaban de visita, Toles abrió como jardinero central y 8vo bate; en su primer turno largó doblete hacia el jardín izquierdo-central ante las serpentinas de Andrew Cashner. Terminó de 4-1.
En el Big Show estuvo hasta 2018 y completó 96 encuentros, 231 turnos ofensivos válidos, 66 inatrapables, 14 biangulares, 1 triplete, 8 jonrones, 35 compañeros llevados a la registradora, 41 pisadas del plato, 2 almohadillas estafadas, 15 boletos, 49 ponches, .286 de average, .333 en OBP, .459 de slugging y .792 en OPS.
Para Andrew Toles hasta ahí quedó su actuación en el Big Show, probablemente por sus dificultades de salud arriba mencionadas, mismas que le llevaron a situación de calle en Florida; en 2020 fue encontrado en Aeropuerto Internacional de Key West, siendo trasladado a un centro de salud mental.
Elevado es el costo de los tratamientos que requiere, por eso año a año, los Dodgers le extienden contrato de valor monetario 0, pero de incalculable precio pues el pacto le permite ser parte del sistema MLB y hacer uso del Seguro Médico estipulado en la contratación colectiva.
Esta es una de las historias más loables en el mundo de los bates, guantes y pelotas.