"No odio a los lanzadores de cuatro costuras", dijo el coach de lanzadores de los Medias Rojas de Boston, Andrew Bailey en el podcast "310 a la izquierda".
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Que ofreciera ese descargo de responsabilidad dice mucho sobre el renovado enfoque de los patirrojos respecto a ese aspecto del juego. Los datos de seguimiento de lanzamientos estuvieron disponibles en 2008; los del Fenway Park antes de la jornada del jueves eran poseían el porcentaje más bajo de bolas rápidas de cuatro costuras (13%), el porcentaje más bajo de cualquier tipo de bola rápida (cuatro-costillas y dos-costillas/sinkers), con un 32%, así como el mayor porcentaje de bolas cortas (22%).
Hace un año, la generalidad del pitcheo de Boston lanzaba una bola rápida por cada dos envíos. Este año la tasa ha caído por debajo de uno de cada tres, con un gran aumento en los cortadores, sweepers, cambios y splitters.
No están solos en este cambio. El uso de la bola rápida en Grandes Ligas ha disminuido constantemente, cayendo por debajo del 50% en 2022 y continúa cayendo desde entonces, pero los Medias Rojas, que habían estado en la mitad superior de las Mayores en el uso de bolas rápidas el año pasado, las están abandonando de una manera muy alejada respecto a cualquier otro equipo en la era de seguimiento.
La génesis de esta modificación radica en el arribo del nuevo director de beisbol Craig Breslow, quien contrató a Bailey como coach de pitcheo.
Medias Rojas y una filosofía distinta
En todo la MLB los bateadores tuvieron el mayor porcentaje de slugging (.456) contra bolas rápidas de cuatro costuras el año pasado. El más bajo se produjo contra sweepers (.361) y splitters (.318).
"Hay una narrativa en el beisbol que necesita romperse en términos de que el mejor lanzamiento de strike de un lanzador es una bola rápida", dijo Bailey. "No creo que eso sea necesariamente cierto. A veces un cutter o slider puede ser el mejor lanzamiento en relación con la bola rápida”.
"Cuando empiezas a entrar en umbrales más altos de uso de la bola rápida, simplemente hay más daño asociado a las bolas rápidas a lo largo de la historia. Así que el aprovechamiento de sus mejores armas (a veces eso es una bola rápida) es nuestro objetivo y estar en la zona en todo momento", añadió el entrenador.
Por supuesto, los lanzadores tienen que ser capaces de colocar bolas de ruptura, cortadoras y lanzamientos no veloces en la zona de strike para que sean eficaces. Para muchos de los patirrojos, unos sencillos ajustes en el uso de los envíos les ha permitido obtener mejores resultados.
Planificación en Boston
A principios de la temporada baja, la llamada "Unidad de Prevención de Carreras" del equipo, que incluye a Bailey, el entrenador de bullpen Kevin Walker, el coordinador de planificación del juego Jason Varitek, el director de pitcheo Justin Willard, el asistente de entrenamiento Devin Rose, y el director asistente de análisis Dave Miller, se reunió con los lanzadores por videoconferencia.
Discutieron los objetivos de desarrollo de lanzamientos, pero las conversaciones se centraron en los puntos fuertes existentes y en el deseo del equipo de que los lanzadores utilizaran sus mejores serpentinas en la zona de strike con la mayor frecuencia posible. En muchos casos, eso significaba claridad acerca de cómo los lanzadores podrían utilizar las ofertas no-fastball tanto para adelantarse en los recuentos como para alejar a los bateadores.
"En el pasado, tal vez el punto débil de un bateador no coincidía con el punto fuerte de nuestro lanzador, pero intentábamos utilizarlo porque era el punto débil del bateador", dijo el receptor Reese McGuire. "Puede que nos quemáramos por ello, y entonces nos quedáramos sentados diciendo: 'No utilizamos realmente nuestro mejor material'.
"Hubo un cambio de mentalidad para atacar la zona de strike de manera diferente. Creo que es un poco menos sobre-analizar, sobre-pensar cómo acercarse a un determinado bateador. Es más como, 'OK, ¿qué hace mi chico bien? "
El grupo informó a Kutter Crawford que su sweeper (desarrollada durante 2023) era un tercer lanzamiento sobresaliente, y que debería superar a su bola curva (.340 de promedio, .642 de slugging en contra en 2023) para ser utilizada junto a su cuatro-seguras y su cortadora como arma principal.
Tanner Houck, que ya estaba trabajando para obtener más barrido en su slider y más profundidad a su splitter cuando Bailey fue contratado, había pasado años luchando para desarrollar un cuatro-seamer y cutter contra zurdos.
"Creo que podría haber algún valor en (el cuatro-seamer), pero por ahora, cuando quieras lanzar un cuatro-seam, simplemente lanza una de tus otras armas que está teniendo tanto éxito", transmitió Bailey al lanzador derecho.
Los lanzadores no se inmutaron cuando se les pidió que adaptaran sus planteamientos.
Houck dijo: "No hay ego en el camino de 'Esta es la forma en que lo he hecho. Esta es la forma en que voy a hacerlo". Es 'voy a intentarlo'". "
Esa voluntad de adaptación ha dado buenos resultados. Los Medias Rojas terminaron entre los 10 últimos el año pasado tanto en efectividad grupal (4.52) como entre los brazos de la rotación (4.68), pero ahora lideran ambas categorías seis semanas después de comenzar el torneo.
De hecho, están fallando menos bates que en 2023, con una tasa de ponches y un porcentaje de lanzamientos que resultan en un swing fallido ligeramente inferiores. Y están lanzando sólo ligeramente más strikes (65.2% este año, 4tos en la MLB, por encima de 64.8 % (7mo).
Pero los Sox han reducido significativamente su tasa de boletos al atacar la zona de strike en cuentas de 3 bolas. Y lo que es más importante, con una mayor imprevisibilidad y menos lanzamientos que pasan directamente por la zona, han limitado el daño causado por los bateadores.
Limitar los paseos y el contacto duro
En Boston no están generando necesariamente más swings fallidos, pero han mejorado.
En los lanzamientos dentro de la zona de strike, están permitiendo el porcentaje de slugging más bajo del beisbol, con .381. Han permitido el 2do porcentaje más bajo de golpes duros, con un 35% de bolas en juego. Han permitido el 2do porcentaje más bajo de golpes duros, con un 35,8% de las pelotas en juego, mientras que han permitido más o menos la mitad de cuadrangulares (0.8 por cada 9 entradas) que hace un año (1.3).
¿Durará? Hay motivos para el escepticismo, al menos en lo que respecta al ERA del equipo.
Debido a la tasa de ponchados de la mitad del pelotón, es probable que el mismo contacto que resulta en pelotas voladoras inofensivas hasta este punto pueda producir resultados menos favorables en el verano, cuando la pelota se desplaza más lejos. Y, por supuesto, los bateadores estarán cada vez más familiarizados con los ataques de los lanzadores.
No obstante, el cuerpo de lanzadores abridores, a pesar de las lesiones de Lucas Giolito,Garrett Whitlock, Nick Pivetta y Brayan Bello, ya ha mantenido un nivel de rendimiento que supera ampliamente cualquier cosa que hayan hecho en los últimos años. Su efectividad de 2.72 en 37 partidos fue el más bajo en cualquier tramo de 37 partidos desde 1968.
"La filosofía de lanzamiento es diferente", dijo el mánager Alex Cora. "Comienza desde arriba (con Breslow). Y luego Andrew, hay algo en él que abraza el desafío, y le encanta”. "Están trabajando duro para mantenerlo en marcha. Creo que ése es el reto ahora. El reto va a estar ahí, pero creo que la forma en que lo estamos haciendo es realmente buena."
Fuente: Boston Globe