El dominicano Juan Soto sin duda alguna no ha sentido la presión de vestir el uniforme de los Yankees. La nueva estrella del conjunto de las rayas en Nueva York, ha liderado al equipo en casi todos los departamentos ofensivos, mostrando un desempeño que lo coloca entre los mejores bateadores de la liga.
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Con un promedio de bateo de .325, un porcentaje de embasado (OBP) de .438 y un slugging de .588 en los últimos 30 juegos, Soto ha demostrado ser una pieza fundamental en la alineación de los Yankees. Su habilidad para conectar hits claves y su liderazgo tanto dentro como fuera del campo han sido vitales para el equipo en el arranque del 2024.
Por otro lado, Aaron Judge, quien también ha tenido momentos destacados esta temporada, muestra números que contrastan con los de su compañero. A pesar de un inicio lento, con un promedio de bateo de .212 y un OPS de .768*, Judge ha mantenido una actitud optimista. Los Yankees confían en que su tercer bate encontrará su ritmo y mejorará su ofensiva a medida que avance la temporada.
La comparación entre ambos jugadores es inevitable. Mientras Soto ha conectado 41 y acumulado 25 empujadas en 124 turnos al bate, Judge ha logrado 24 hits y 18 fletadas en 122 turnos al bate. La diferencia en sus estadísticas refleja no solo sus habilidades individuales sino también cómo cada uno ha contribuido al equipo.
Los aficionados siguen de cerca el desempeño de estos dos titanes. Soto, con su arranque estelar, y Judge, con la esperanza de un repunte, son figuras clave en la búsqueda de los Yankees por la supremacía en la División Este de la Liga Americana.
¿Presión por jugar en Nueva York?
Eso no existe en la mente de un pelotero como Soto, comanda a sus compañeros en OPS (1.030), jonrones (8), anotadas (22), dobles (6), Slugging (.589), OBP (.441), wRC+ (194) y wOBA (.445).
En resumen, la temporada 2024 ha sido testigo del brillo de Juan Soto y de la determinación de Aaron Judge. Ambos jugadores, con sus respectivos desafíos y éxitos, continúan escribiendo la historia de los Yankees en la temporada 2024, demostrando por qué el beisbol es un deporte de constantes sorpresas y emociones.