Hace un par de años Martín Pérez consiguió su mejor rendimiento en las Grandes Ligas, justo cuando su carrera atravesó el 11vo año en ese nivel; la asistencia al Juego de Estrellas, terminar con 2.89 en promedio de rayitas limpias permitidas, whip en 1.25, así como ERA+ en 137 (lo que implicó ser 37% mejor que sus colegas), dieron muestra de ello.
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No obstante, en el torneo precedente para “El de Guanare”, todo fue diferente, experimentó diversas bajas y altas que menguaron las estadísticas de arriba a 4.45 (54% más deficiente), a 1.40 (12%) y 100 (37% menos). Se trató de un desempeño que le costó su permanencia en la rotación de los Rangers de Texas, los campeones de la Serie Mundial.
Con ellos el zurdo ya cumplió su segundo ciclo en el máximo nivel de la pelota; ahora para 2024 subirá al abordaje de los Piratas de Pittsburgh, elenco donde tomará el importante rol de experimentado entre los serpentineros iniciadores. Para él se tratará de un reto para asumir el liderazgo entre ese grupo, en las primeras de cambio se desconoce qué lugar ocuparía en el orden; la interrogante inmediata es si podrá resurgir su trayectoria, e incluso emular esos guarismos de 2022.
¿Qué esperar, cómo le podría ir?
Si nos basamos en sus números vitalicios lanzando ante elencos de la Liga Nacional, se podría prever un desempeño regular, aceptable aunque nada brillante para él.
A lo largo de sus 12 temporadas el zurdo ante la totalidad de los equipos de ese circuito acumula 52 juegos,42 de ellos como iniciador, ha ganado 17, perdido 15, en 302 innings le han sonado 336 imparables, 36 de ellos cuadrangulares, le han anotado 159 veces, 149 merecidas, ha incurrido en 102 bases por bolas y ponchado a 206.
Todo eso se traduce en promedio de rayitas limpias permitidas en 4.23, whip de 1.45, promedio de inatrapables por cada 9 tramos en 10, el de jonrones en 1.1, el de boletos en 3 y el de chocolates recetados en 6.1.