Con casi 20 años exactos de separación, una especie de Déjà vu se vivió este 9 de septiembre en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), cuando los Diablos Rojos del México completaron la barrida de 4 juegos a 0 sobre Sultanes de Monterrey, para así prevalecer en la Serie del Rey y proclamarse campeones de este circuito; se trató de una conquista apoteósica pues en la instancia anterior, el conjunto capitalino estuvo de rodillas y contra las cuerdas, 0-3 en su careo contra Guerreros de Oaxaca.
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Esa majestuosa reacción y la consecución de ocho triunfos al hilo para alzar el título, vino a emular el accionar de los Medias Rojas de Boston en 2004, elenco que tras barrer 3-0 a Angelinos de Anaheim en la Serie de Campeonato, levantó un 0-3 ante Yankees de Nueva York en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, posteriormente pasaron las escobas en la Serie Mundial, 4-0 sobre Cardenales de San Luis.
En todo el similar contexto para los Diablos Rojos, hasta cinco venezolanos tuvieron presencia en la hazaña: Ramón Flores, Franklin Barreto, José Pirela además de Erick Leal, quien brilló en toda la campaña de este circuito, tradicional y abiertamente dominado por los toleteros.
Erick Leal ¡dominó la LMB!
Pocas pero significativas palabras en el ámbito de la pelota; durante la ronda regular el derecho se ubicó 4to en promedio de carreras limpias permitidas, 2.91, igualmente, 6to en whip con 1.16, 3ro en victorias junto a otros cinco con 8, además de 5to en ponches propinados con 95.
Asimismo, aunque se mostró irregular en la disputa con Oaxaca, de manera general en la postemporada para nada deslució, dejó balance de 3-1, efectividad en 4.45, whip de 0.99 además de 38 pasados por la guillotina en 28.1 entradas.
En la Serie del Rey brilló en el duelo que le correspondió: 6.1 episodios de 2 imparables, sin carrera alguna, 1 solo pasaporte y 8 chocolates recetados.