Las Águilas Cibaeñas alcanzaron su séptima derrota consecutiva la noche del pasado martes a manos de los Leones Escogido y agudizaron su presente crisis, que llevó a despedir al anterior manager y nombrar a una leyenda de la divisa Tony Peña como su dirigente.
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Una de las claves de esta racha adversa del equipo de Santiago de los Caballeros es su cuerpo monticular, principalmente cuando actúan en su patio, en el Estadio Cibao, allí ni abridores ni relevistas han tenido buenas actuaciones en general.
Consiguiendo nueve de sus 12 reveses en casa, por tan sola una victoria, dejando un promedio de carreras limpias permitidas de 6.44 de manera combinada, siendo 6.21 para los iniciadores y 6.58 para los relevistas.
El promedio de los rivales se sitúa en casi .300, específicamente en .295, donde además se le colocan casi dos hombres en circulación en cada entrada, lo se traduce en un WHIP de 1.67.
La temporada aún es joven pero el nuevo manager debe ajustar las piezas de manera inmediata si quiere avanzar a la siguiente fase.
