El Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump ha implementado una normativa que establece sanciones económicas para los extranjeros que no acaten órdenes de deportación o intenten ingresar ilegalmente al país. Esta medida, anunciada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Departamento de Justicia (DOJ), forma parte de la política migratoria de la Casa Blanca.
Detalles de las nuevas multas
La normativa federal contempla las siguientes sanciones:
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Incumplimiento intencional de una orden de deportación: Se aplicará una multa de hasta $998 dólares por día.
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Incumplimiento de una orden de salida voluntaria: Las multas oscilarán entre $1,992 y $9,970 dólares.
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Intento de ingreso o ingreso ilegal al país: Los extranjeros podrán enfrentar sanciones económicas de entre $100 a $500 dólares.
Cambios en los procedimientos de notificación
La nueva regla también modifica los procedimientos de notificación de multas:
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Eliminación del plazo de 30 días: Anteriormente, el Gobierno debía alertar a los inmigrantes sin documentos 30 días antes de comenzar a imponer los cobros. Este plazo ha sido eliminado.
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Envío por correo postal: Las multas a inmigrantes indocumentados podrán ser enviadas por correo postal.
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Proceso de impugnación más ágil: La norma busca acortar el proceso aplicable si los afectados deciden impugnar las sanciones económicas.
Según el DHS, la justificación para estos cambios radica en que "la naturaleza de las sanciones por no salir del país y por entrada ilegal justifica la necesidad de procedimientos más ágiles".
Tricia McLaughlin, subsecretaria del DHS, declaró que la ley "no se aplica sola" y que debe haber consecuencias por infringirla. Adicionalmente, mencionó que las sanciones financieras son un motivo para que los inmigrantes indocumentados utilicen la aplicación CBP One para facilitar su autodeportación.
