Franco Villanueva
En una fecha tan especial como el Día de las Madres, el equipo de Meridiano no podía dejar de buscar los testimonios de aquellas mujeres que resultan tan importantes dentro del deporte nacional, tal como es el caso de la tercera vicepresidenta del Comité Olímpico Venezolano, Alejandra Benítez.
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La emblemática campeona de esgrima y también embajadora del juego limpio en la federación internacional de la misma disciplina, es una de esas tantas madres que antes lo dieron todo en el deporte y ahora tienen una responsabilidad todavía más grande: la de ser mamá... En el caso de Alejandra, su decisión fue a través de la adopción.
¿Cómo has logrado equilibrar tus responsabilidades laborales con tu rol de madre?
R: Mi vida cambió de forma drástica, antes cuando era yo sola podía viajar por trabajo en cualquier momento, agarrar una maleta e irme enseguida... Ahora todo cambió, debo estar más pendiente de muchas más cosas; como por ejemplo cuánto tiempo me voy, esas eran cosas que antes no me importaban.
¿Al ser una figura pública, ¿cómo has logrado proteger la privacidad de tu familia?
R: El proceso con mi niño ha sido particular porque lo adopté cuando tenía 4 años - casi 5 - y cuando la gente me comenzó a ver con él no entendía cómo es que yo tenía un niño de esa edad, si yo no había quedado embarazada o había contado lo que había sucedido con mi proceso de adopción. A pesar de que hago mucho uso de las redes no he podido compartir mis momentos con él, por todo el proceso que conlleva la colocación familiar.
En el colegio, en mi familia, en mi trabajo con el esgrima y el deporte ya todo el mundo sabe que estoy terminando el proceso de adopción con mi hijo, ya ellos me han visto con él. Poco a poco la gente lo sabe y él lo está tomando bien; sabe que es un niño adoptado, además él también está entendiendo y aprendiendo, por que cambió su mundo.
¿Qué significado tiene para ti el Día de las Madres?
R: El día de las madres para mí siempre ha sido especial, aunque últimamente ha sido complicado por la muerte de mi madre que fue hace dos años. De algún modo el día de las madres es difícil, pero ahora me toca a mí estar desde la otra parte, de hecho, mi primer día de las madres sin mi madre también fue mi primer día de las madres como mamá... Entonces fue un día de emociones encontradas, porque fue un día feliz pero a la vez triste.
¿Qué consejos le darías a otras madres que también tienen responsabilidades laborales demandantes?
R: El ser mamá demanda muchísimo, yo pensé que nunca me atrevería a dar este paso. No es como cuando estás sola y haces la comida que quieras comerte o si no quieres comer, no comes. En este caso siempre tienes que hacer la comida, nuestros hijos siempre tienen que tener comida en la mesa. En mi caso yo soy madre soltera y pues demanda más porque tengo dos roles por así decirlo y soy la cabeza de la familia; por eso trabajar es vital para poder tener el sustento.
Uno como mamá no puede dejar todo tirado por solo criar, pero sí hay que entender que hay momentos que el niño te necesita sí o sí y debes estar ahí. Así como también hay momentos que para mí como mujer que trabajo también debo respetar y darme ese espacio de ser quien soy, para llevar un equilibrio en mi vida y que mi rol de madre no afecte el resto de mis responsabilidades... No es fácil.
Para mí ha sido una suerte contar con la tecnología, porque me acerca a él. Muchas personas consideran que la tecnología nos aleja en ciertos momentos, pero yo creo que también nos acerca, para mi ha sido muy importante para estár en contacto con mi hijo en los momentos en los que no estoy.
¿Cuáles son tus planes y metas como tercera vicepresidenta del Comité Olímpico Venezolano?
R: Los planes siguen siendo mejorar, ayudar a los talentos del país con trabajo y siempre pensando en ir más allá y renovarnos. Estamos trabajando para que día a día tengamos mejores condiciones para nuestros deportistas, sobre todo los más jóvenes.