En un inicio de temporada sorprendente, Sam Darnold, quarterback de los Minnesota Vikings, ha logrado posicionarse en la historia de la NFL al sumar siete victorias en los primeros nueve partidos.
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Este logro coloca a Darnold en un grupo selecto, igualando a leyendas de la liga como Peyton Manning, quien en 2015 fue el último mariscal de campo en alcanzar esta marca con Denver. Sin embargo, el desempeño de Darnold se destaca por un aspecto inusual: acumula 13 entregas de balón en estos primeros juegos, lo que significa más de una entrega por partido, un dato que ha llamado la atención de analistas y aficionados.
Un récord agridulce
La marca de siete victorias en nueve juegos es en sí un logro importante para cualquier mariscal de campo, pero la trayectoria de Darnold es especialmente notable debido a su propensión a las entregas de balón.
En lo que va de temporada, Darnold ha sufrido 13 pérdidas, un número elevado para cualquier quarterback titular en la NFL. Con una media de más de una entrega por partido, muchos podrían pensar que esto pondría en riesgo la capacidad de los Vikings para mantenerse competitivos, pero el equipo ha encontrado maneras de sobreponerse a estos errores.
Las entregas de balón, que incluyen intercepciones y balones sueltos, son comúnmente factores que alteran el ritmo y el resultado de un juego. No obstante, Minnesota ha sabido ajustar su defensa y aprovechar sus posesiones clave para minimizar el impacto de estos errores. Con un enfoque en la estrategia y la resiliencia, Darnold y los Vikings han logrado sacar adelante encuentros que en otras circunstancias podrían haberse perdido.
Comparación con Peyton Manning
La última vez que un mariscal de campo registró un comienzo de temporada similar fue Peyton Manning en 2015. Aquel año, Manning, entonces con los Broncos de Denver, también alcanzó siete victorias en nueve partidos pese a registrar 13 entregas de balón en el mismo lapso.
La comparación es interesante, pues Manning ya era un veterano en la liga, y su experiencia le permitió compensar los errores con liderazgo en momentos decisivos. Darnold, por su parte, está en una fase distinta de su carrera y enfrenta la presión de construir una reputación sólida, algo que estos errores pueden poner en riesgo.
Para Darnold, la oportunidad de igualar un récord de Manning es un hito, pero también un llamado de atención para mejorar en el manejo del balón. Mientras Manning tenía la capacidad de sobreponerse a sus errores con jugadas magistrales, Darnold aún tiene que demostrar que puede ofrecer consistencia sin depender de su defensa para rescatar partidos comprometidos por sus entregas de balón.