Los Kansas City Chiefs llegaron a la Semana 18 prácticamente sin nada en juego, habiendo ya asegurado el primer puesto en la AFC.
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Después de una temporada plagada de lesiones, el entrenador Andy Reid tomó la decisión inteligente de descansar a varios titulares clave, incluido el mariscal de campo Patrick Mahomes, antes del final de la temporada del domingo contra los Denver Broncos, aunque nadie puede haber anticipado cuán desequilibrado sería el juego.
Los Chiefs han tenido una mala racha contra los Broncos en el último cuarto, perdiendo 38-0 con apenas unos minutos restantes en el juego. El veterano Carson Wentz no ha podido hacer nada en la ofensiva de Kansas City, mientras que el novato de los Broncos, Bo Nix, ha destrozado la defensa suplente de los Chiefs con cuatro touchdowns y más de 300 yardas en el aire.
Frustración a la orden del día
Al principio de la paliza, se vio a Mahomes reaccionar a los problemas de los Chiefs desde la banda con una mirada frustrada en su rostro. No está claro exactamente por qué estaba enojado el tres veces campeón del Super Bowl.
Su fiel objetivo, Travis Kelce, estaba detrás de él con una expresión más estoica.
La feroz reacción de Mahomes puede resumir perfectamente la de los fanáticos de los Cincinnati Bengals que necesitaban que los Chiefs vencieran a los Broncos: mala suerte para los rivales de los Chiefs en la AFC.
Mahomes y los Chiefs (15-1) no pudieron cerrar una temporada invicta en 2024, sufriendo su única derrota (hasta ahora) ante los Buffalo Bills en la Semana 11, pero el mariscal de campo estrella realmente no tiene mucho de qué quejarse después de asegurarse el primer puesto y una semana de descanso automático. Las esperanzas de Kansas City de lograr un tercer título consecutivo siguen muy vigentes, independientemente de lo mal que pierda el equipo ante Denver el domingo.
