Joe Burrow, el mariscal de campo estrella de los Cincinnati Bengals, ha sugerido una modificación significativa al calendario de la NFL que podría beneficiar tanto a jugadores como a fanáticos.
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Según Burrow, la liga debería expandir la temporada regular a 18 juegos, al tiempo que introduce dos semanas de descanso para cada equipo. Además, el quarterback propone que una de esas semanas coincida con el Pro Bowl, lo que permitiría una semana libre adicional en medio de la temporada. Esta idea también busca alinear el Super Bowl con el feriado de Presidents Day, brindando a los aficionados un día libre después del partido más importante del fútbol americano.
Propuesta de 18 juegos y dos semanas de descanso
Actualmente, la NFL cuenta con una temporada de 17 partidos y una semana de descanso para cada equipo, una estructura que ha sido objeto de críticas por parte de algunos jugadores debido a la intensidad física que supone jugar tantos partidos consecutivos.
Burrow ha enfatizado que añadir una segunda semana de descanso permitiría a los equipos recuperarse mejor, lo que se traduciría en un rendimiento más alto durante la temporada y, al mismo tiempo, reduciría el riesgo de lesiones.
El mariscal de campo de los Bengals ha dejado claro que su propuesta no se trata solo de aumentar la cantidad de partidos, sino de asegurar que los jugadores tengan un descanso adecuado durante la exigente temporada regular. Esto, según Burrow, no solo mejoraría la calidad del juego, sino que también sería beneficioso para la salud de los jugadores a largo plazo.
Un aspecto interesante de la propuesta de Joe Burrow es la inclusión de una semana de descanso para todos los equipos durante el Pro Bowl, en la semana 13. Actualmente, el Pro Bowl se celebra entre la final de las conferencias y el Super Bowl, lo que muchas veces lo convierte en un evento sin tanto interés, ya que los jugadores que participan en el Super Bowl no juegan en dicho partido. Burrow sugiere que al hacer coincidir el Pro Bowl con una semana libre para todos los equipos, se podría darle mayor visibilidad al evento y al mismo tiempo permitir a los jugadores recargar energías antes de la recta final de la temporada.
Este descanso adicional beneficiaría a todos los jugadores, no solo a los que participan en el Pro Bowl. Además, ofrecería una oportunidad para que los fanáticos se relajen y disfruten de un espectáculo sin la presión de los partidos decisivos de la temporada regular.
