Patrick Mahomes continúa consolidándose como uno de los mejores mariscales de campo en la historia de la NFL, especialmente cuando se trata de desempeños en los playoffs. Desde que ingresó a la liga en 2017, Mahomes ha redefinido lo que significa liderar a un equipo bajo la presión de los juegos eliminatorios, y sus estadísticas lo respaldan con contundencia.
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En sus 18 partidos de playoffs disputados hasta la fecha, Mahomes ostenta un impresionante récord de 15 victorias y solo 3 derrotas, lo que habla de su consistencia y habilidad para llevar a los Kansas City Chiefs a lo más alto en momentos cruciales. Durante estos encuentros, acumula un total de 5,659 yardas ofensivas, una cifra que resalta tanto su capacidad como pasador como su movilidad en el campo.
Además, Mahomes ha participado directamente en 46 touchdowns totales (pases y acarreos), lo que lo convierte en una máquina ofensiva prácticamente imparable. A pesar de su estilo agresivo y arriesgado, el joven mariscal solo ha lanzado 8 intercepciones en toda su carrera en playoffs, demostrando un control sobresaliente en momentos de máxima presión. Su índice de pasador de 105.8 lo ubica entre los mejores de todos los tiempos en esta categoría.
Dominio absoluto bajo presión
Lo que hace aún más impresionantes estas cifras es el contexto en el que han sido alcanzadas. Los playoffs de la NFL son conocidos por su intensidad y el nivel de competencia que exigen, donde los errores suelen costar caro. Sin embargo, Mahomes parece prosperar en estas condiciones, ofreciendo actuaciones memorables que quedan grabadas en la historia del deporte.
Otro dato que subraya su impacto es que en seis de sus 18 partidos de playoffs, ha lanzado para un promedio de 855.8, incluyendo un récord personal de 1.057 yardas en la temporada 2021. Esta capacidad para mantenerse constante en las cifras más altas lo ha convertido en un rival temido por cualquier defensa.
A sus 29 años, Patrick Mahomes no solo ha construido un currículum envidiable en los playoffs, sino que también está en camino de establecer nuevos estándares para los quarterbacks de generaciones futuras. Con sus números actuales, sigue reafirmándose como uno de los jugadores más determinantes en la historia de la NFL.