La National Football League (NFL) y la Asociación de Jugadores de la NFL (NFLPA) emitieron un comunicado conjunto este viernes para abordar la controversia generada por una posible conmoción cerebral sufrida por Josh Allen, 'quarterback' de los Buffalo Bills, durante el partido de la semana 5. Tras una revisión exhaustiva, ambas organizaciones aseguraron que Allen no sufrió una conmoción y que se siguieron los protocolos correspondientes durante su evaluación médica.
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El incidente ocurrió en el partido que los Bills disputaron contra los Houston Texans, en el que perdieron 23-20. Durante una jugada crucial cerca del final del encuentro, Allen fue derribado y su cabeza golpeó fuertemente contra el césped. El impacto generó preocupación inmediata sobre una posible lesión grave, ya que el mariscal de campo tuvo que retirarse momentáneamente del campo y se dirigió a la carpa médica.
Después de perderse seis jugadas y más de dos minutos de tiempo de juego, Allen fue autorizado a regresar al partido. Sin embargo, el hecho de que regresara tan rápido provocó críticas en algunos sectores, que cuestionaban si los protocolos de conmoción cerebral habían sido seguidos de manera adecuada, dado lo contundente del golpe que sufrió.
Evaluación médica y protocolo de conmoción
La NFL y la NFLPA fueron enfáticas en asegurar que el proceso seguido con Allen cumplió con los estándares establecidos por el protocolo de conmoción cerebral, el cual ha sido desarrollado y administrado de forma conjunta por ambas entidades. Según el comunicado oficial, los consultores de neurotrauma no afiliados y los especialistas a cargo de la evaluación confirmaron que no había señales de una conmoción cerebral en Allen, lo que permitió su retorno al juego de manera segura.
El protocolo de conmoción cerebral de la NFL incluye la presencia de observadores y consultores de neurotrauma, quienes son los encargados de identificar y evaluar cualquier posible lesión en la cabeza. En el caso de Allen, los informes presentados concluyeron que el jugador no perdió el conocimiento en ningún momento, lo que es un factor importante aunque no determinante para descartar una conmoción.
Además, el comunicado dejó claro que todas las decisiones médicas fueron tomadas con base en los resultados de la evaluación, que se llevó a cabo conforme a los lineamientos vigentes. La NFL y la NFLPA reafirmaron su compromiso con la seguridad de los jugadores y con la correcta implementación de los protocolos de conmoción.
El debate en torno a las conmociones en la NFL sigue siendo un tema de interés y controversia, pero en este caso, tanto la liga como la asociación de jugadores están satisfechas con las medidas adoptadas para proteger la salud de Allen.