Brandon Aiyuk, una de las grandes apuestas de los San Francisco 49ers, está teniendo dificultades para justificar su millonario contrato en la temporada 2024 de la NFL. Después de recibir una extensión de contrato que le garantizará 47 millones de dólares este año, las expectativas sobre el receptor eran altísimas.
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Sin embargo, en los primeros seis partidos de la temporada, Aiyuk ha acumulado solo 23 recepciones para 351 yardas, un rendimiento que deja mucho que desear, especialmente considerando el valor que la franquicia ha depositado en él.
Uno de los aspectos más preocupantes de su desempeño es la falta de anotaciones. Aiyuk, quien en temporadas anteriores demostró ser una amenaza constante en la zona roja, no ha conseguido anotar ningún touchdown hasta ahora. Este déficit es alarmante para un jugador que se suponía sería uno de los motores ofensivos del equipo. La falta de química con el mariscal de campo y las oportunidades limitadas en jugadas clave podrían estar afectando su producción, pero lo cierto es que los números no respaldan el tamaño de su contrato.
Los 49ers deben estar preocupados
El hecho de que Aiyuk no haya logrado establecerse como una opción sólida para el ataque aéreo de los 49ers esta temporada genera preocupación. La franquicia invirtió una cifra astronómica en un jugador que, hasta el momento, no ha sido capaz de responder con números acordes a esa inversión. Con tan solo 351 yardas en seis partidos, Aiyuk promedia menos de 60 yardas por juego, un rendimiento muy por debajo de lo que se espera de un receptor estrella.
Si bien las yardas pueden no ser el único indicador de éxito para un receptor, la falta de touchdowns y su participación limitada en jugadas decisivas han comenzado a levantar dudas. Hay que recordar que otro de los pilares ofensivos del equipo, Christian McCaffrey, aún no ha podido vestir los colores de los 49ers debido a la tendinitis que viene arrastrando en su tendón de aquiles.