Aaron Rodgers, el icónico mariscal de campo que ha sido el rostro de la NFL durante años, atraviesa uno de los momentos más oscuros de su carrera. Con una carrera plagada de éxitos, incluidos cuatro premios MVP y un Super Bowl, las expectativas eran altas al inicio de esta temporada, pero el rendimiento del veterano de 40 años ha dejado mucho que desear.
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En lo que va de la temporada con los New York Jets, Rodgers ha tenido problemas para adaptarse y encontrar su ritmo en el campo. Tras cinco semanas de competencia, los números hablan por sí solos y muestran que esta es, hasta ahora, la peor campaña de su ilustre trayectoria. Su rating de pasador se sitúa en un modesto 81.6, lo que representa una caída alarmante si se compara con su media histórica, la cual se ha mantenido consistentemente por encima de los 100 puntos en la última década.
Declive en su rendimiento
Aunado a este bajo rating, uno de los aspectos que más preocupa a los seguidores y analistas es el pobre rendimiento de Rodgers en el juego aéreo. El mariscal ha promediado apenas 6.0 yardas por pase completado, lo que lo coloca entre los peores en la liga en este apartado.
Si bien es conocido por su precisión y habilidad para lanzar pases profundos, esta temporada ha visto cómo su pase completo más largo ha sido de tan solo 36 yardas, una cifra sorprendentemente baja considerando que ha disputado ya cinco partidos. Esta estadística es la más baja de toda su carrera en cualquier temporada con al menos cinco juegos disputados.
Además de estas cifras desalentadoras, el legendario mariscal ha tenido serios problemas con las intercepciones, un aspecto que normalmente controla con maestría. Rodgers ha lanzado 4 intercepciones en las primeras cinco semanas, una de las cifras más altas que ha registrado a estas alturas de una temporada. Para un jugador que siempre ha sido reconocido por cuidar el balón y evitar errores costosos, este número es preocupante, ya que amenaza con arrastrar aún más su desempeño y el de su equipo.
Futuro incierto
Este bajo nivel de juego ha generado dudas sobre si Rodgers podrá revertir la situación y llevar a su equipo a una temporada competitiva. A medida que pasan las semanas, las críticas y las preguntas sobre su futuro en la liga no hacen más que aumentar. Rodgers ha superado obstáculos antes, pero esta vez parece estar enfrentando una montaña más empinada de lo habitual.
Con cinco semanas ya en los libros y sin señales claras de mejora, muchos se preguntan si estamos presenciando el declive final de una de las carreras más emblemáticas en la historia de la NFL.