El Chelsea continuó su racha de malos resultados en su reciente visita a Birmingham, donde cayó derrotado ante los Wolves con un marcador de 2-1. Este resultado deja al equipo londinense en la décima posición de la tabla, con apenas 22 puntos, a una distancia considerable de 14 puntos de los puestos de clasificación para la Liga de Campeones. La situación del Chelsea contrasta enormemente con su histórico dominio en Europa, y la falta de sonrisas en Navidad refleja la preocupante situación del equipo.
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El partido estuvo marcado por errores destacados, como el fallo de Sterling en una situación de tres contra uno ante el portero rival, que pudo haber significado un gol para el Chelsea. Sin embargo, el portero José Sá logró detener el disparo, evitando así un gol seguro. A pesar de este error, el Chelsea continuó cometiendo fallos a lo largo del encuentro, lo que permitió a los Wolves tomar la delantera y finalmente anotar el primer gol a través de Lemina, tras un saque de esquina.
La segunda mitad del partido mostró un dominio claro por parte de los Wolves, que aprovecharon las debilidades defensivas del Chelsea para presionar en busca de más goles. A pesar de los intentos del Chelsea por reaccionar, el equipo no logró generar oportunidades claras de gol, y el debutante Nkunku, quien veía sus primeros minutos luego de recuperarse de una larga lesión, fue incapaz de convertir una ocasión clara. A pesar de un gol tardío por parte de Nkunku que acercó al Chelsea en el marcador, el equipo no pudo lograr una remontada y terminó sufriendo otra derrota.
Chelsea continúa enfrentando dificultades en la temporada, con una serie de errores y desaciertos que han llevado al equipo a una posición decepcionante en la tabla. A pesar de los esfuerzos por reaccionar, el equipo no logra encontrar su mejor forma y sigue sumando derrotas. Esta situación plantea interrogantes sobre el futuro del equipo y la capacidad del entrenador para revertir la situación en lo que resta de temporada.