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La disputa legal entre Kylian Mbappé y el Paris Saint-Germain continúa escalando a niveles insospechados, con la posibilidad de que el club parisino se quede sin disputar la Champions League.
Las recientes decisiones favorables a Mbappé por parte de las instancias judiciales francesas han dejado al PSG en una situación comprometida. El club, aunque ha logrado evitar sanciones a nivel nacional, ahora debe enfrentar las consecuencias a nivel europeo.
La UEFA, a través de sus rigurosas normas sobre licencias de clubes y viabilidad financiera, exige que los equipos participantes en la Champions League estén al día con sus pagos a los empleados. El incumplimiento de esta norma podría acarrear sanciones severas, entre las que se encuentra la exclusión de la máxima competición continental.
El artículo 82 de las regulaciones de la UEFA es claro al respecto: los clubes deben presentar declaraciones que confirmen la ausencia de deudas con su personal. Si el PSG no logra demostrar que ha saldado su deuda con Mbappé, podría verse obligado a renunciar a su participación en la Champions League.
La situación se torna aún más compleja al considerar que tanto Mbappé como el PSG están aferrados a sus posiciones. El delantero francés, asesorado por un equipo legal experimentado, insiste en cobrar la totalidad de la deuda que considera le corresponde. Por su parte, el PSG mantiene su postura de no reconocer dicha deuda y se escuda en las decisiones de las instancias judiciales francesas.
La UEFA tendrá la última palabra en este conflicto y su decisión marcará un precedente importante para el fútbol europeo. Si el PSG es sancionado, se abrirá un debate sobre la sostenibilidad financiera de los clubes y la necesidad de establecer mecanismos más efectivos para garantizar el cumplimiento de las normas.