Kylian Mbappé regresaba a Francia con algunas cuentas pendientes. Había visitado suelo francés hace unos meses con la camiseta del Madrid, luego de una polémica por sus últimas dos ausencias con la selección francesa y durante su adaptación con el equipo merengue, donde no vivía su mejor momento.
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Pero en esta ocasión todo parecía diferente, ya que se encuentra en buena forma y compenetrado con el club blanco. Incluso teniendo en mente estar en la próxima lista del entrenador Deschamps del próximo mes de marzo, en donde se tiene gran expectativa por su regreso.
Su último paso por Clairefontaine se remonta al pasado mes de septiembre, y su regreso se produce en un contexto de dudas sobre su relación con la afición francesa, aunque muchos instruían que frente a los aficionados del Brest no eran la mejor opción, se llegó a pensar que era el momento adecuado.
Kylian ante la afición del Brest
El partido contra el Brest no era el escenario más propicio para su reencuentro con el público francés. A pesar de que el encuentro se jugó en el campo del Guingamp debido a que el estadio del Brest no cumplía los requisitos de la UEFA, la afición local no olvidaba su último enfrentamiento en octubre del año pasado, cuando Mbappé anotó dos goles, uno de ellos en el descuento, para dar la victoria al PSG (2-3). Aquel partido también estuvo marcado por su enganchón con la grada, tras un gesto del jugador que no sentó bien a los aficionados.
En esta oportunidad, desde que se anunció su nombre en la alineación por megafonía, la afición del Brest mostró su hostilidad hacia Mbappé, con pitos y abucheos cada vez que tocaba el balón. El delantero, lejos de amilanarse, se mostró muy metido en el partido y buscó el gol con insistencia. Tuvo dos remates claros que se fueron altos, y participó en varias jugadas de ataque de su equipo.
En el segundo gol del Madrid, obra de Bellingham, Mbappé estuvo a punto de llegar a un pase de la muerte de Brahim, pero no pudo rematar. El tercer gol del equipo blanco, obra de Rodrygo, llegó poco después. A pesar de no haber marcado, Mbappé dejó claro que su regreso a Francia no iba a ser fácil, y que tendrá que seguir trabajando para ganarse el cariño de la afición y demostrar su valía en el Real Madrid.
Salió sin despedirse de la afición
Tras finalizar el encuentro, Mbappé protagonizó una salida que captó la mirada de cientos de fanáticos. El jugador fue caminando solo hacia el vestuario, mientras se despedía de algunos de sus compañeros y regaló su camiseta a unos niños. Al mismo tiempo que sus compañeros saludaban a la afición del Madrid.
