El Estadio Da Luz de Lisboa alberga este miércoles el enfrentamiento entre Barcelona y Benfica por la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones de la UEFA, partido marcado por la agresividad de ambos equipos.
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La escuadra culé arrancó con problemas la primera parte de este choque debido a que, ante un ataque por parte del delantero heleno Vangelis Pavlidis, el central Pau Cubarsí hizo una entrada imprudente que sería dictaminada como falta.
Esto generaría que a los veintiún minutos de partido el elenco que dirige Hansi Flick quedase solo con diez jugadores, pues el joven defensor azulgrana se encontraba como último hombre al momento de agredir al atacante del equipo lisboeta.
Se trata de la segunda expulsión directa más rápida para el Barcelona por la Liga de Campeones, superando así la de Ronald Araújo a los 29 minutos contra Paris Saint-Germain por los cuartos de final de la pasada edición, pero se encuentra detrás de la de Eric García frente a Mónaco a los once minutos por la Fase de Liga de la actual Champions.
En menos de un año, el combinado azulgrana ha visto las tres tarjetas rojas más rápidas de su historia en la máxima competición europea a nivel de clubes. Es importante resaltar que tanto en la de Araújo (1-3) como en la de García (2-1), el Barcelona perdió el partido.