Samuel Aldrey | @SamuelAldrey
En este mundo de historias de Instagram, que duran 24 horas, solemos olvidar lo que ocurrió antes de ayer. Quizás por esa fugacidad se destaca la magia del Santiago Bernabéu y lo bien que aguanta el Real Madrid cuando la lógica ya le ha aplastado la cabeza cuando tenga en frente al Manchester City de Pep Guardiola.
Y si bien hay que recalcar un millón de veces la fortaleza de este club, en las últimas temporadas. Tampoco se debe olvidar los tiempos en los que el club era un meme.
El Madrid sufría de una obsesión: la querida décima. Una obsesión que le tuvo casi una década sin pasar de Octavos y su casa era invadida en cada encuentro. Ahí no existía el encanto del coliseo ni nada parecido.
Pero ahora, la historia es distinta. El Madrid tiene magia y quiere hacerla una "REALidad".
Un embrujo, sin tanto embrujo.
Así entregados al embrujo del estadio el equipo de Carlo Ancelotti prepara una última remontada donde deberá arreglar los desajustes defensivos que tuvo que sufrir en el Etihad en el partido de ida (4-3).
El Madrid ha sobrevivido en toda esta Champions en base a una ración de magia e ingenio, una combinación que ha llevado al equipo hasta las semifinales de la Champions League, a un partido de la final en París.
Las eliminatorias previas sirven de evidencia, pues cualquier otro equipo habría dicho que ya estaban eliminados. Hasta el final de los octavos contra el PSG y en los cuartos contra el Chelsea, cualquier equipo y afición habría bajado los brazos, pero no el Madrid.
El equipo de Ancelotti ni la afición baja los brazos. Al contrario, se hace fuerte en la adversidad. El Bernabéu se enciende con cada gol y sucede lo imprevisible.
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Una dinámica de lo impensado -como diría el periodista argentino Dante Panzeri- enfocada en tres nombres: Karim Benzema, Vinicius Jr. y Luka Modric. Cuando estos tres se juntan alzan las 60 mil almas expectantes del Bernabéu para hacer posible lo imposible.
Bajo ese guion, la lectura del partido, parece guiar al Real Madrid hacia otra final con una remontada. No obstante, la historia indica que esto es una rareza.
En el santuario del Madrid nunca se ha visto una remontada en semifinales de la Champions League. Y, de acuerdo a UEFA, lo han intentado ocho veces: la primera en 1968 contra el Manchester United de George Best y la más reciente contra la Juventus en el 2015.
Guardiola, un contrapeso a la mística.
Hace presencia en el Bernabéu un equipo dirigido por un entrenador que bien sabe aplacar, destruir y burlar el hechizo del Bernabéu: Josep Guardiola, alias "Pep".
Los equipos de Pep han jugado nueve veces en el Santiago Bernabéu y solo han perdido una vez, con el Bayern de Munich. Fue en el 2014, en otra semifinal y con Carlo Ancelotti al mando del Madrid. El resto seis victorias y dos empates.
Así la lógica dice que el Manchester City tendría muchísimas más probabilidades de pasar, pero la lógica es una de las cosas que el Madrid sabe aplastar.
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El reto para el Madrid es endiablado y no precisamente por Diablitos Underwood. El equipo blanco tiene que avasallar un mediocampo integrado por Kevin De Bruyne, Rodri, Bernardo Silva, Riyad Mahrez y Phil Foden.
Sin contar que ahora tendrá de vuelta a Joao Cancelo, un lateral/volante que esta temporada ha sido crucial en el desarrollo ofensivo del City.
Guardiola tiene muchos puñales para hacer daño, pero no se confía ni un pelo: "Para eliminar al Madrid tienes que hacer dos buenos partidos, no sirve hacer solo uno", dijo el técnico en rueda de prensa.
Así el Madrid buscará una última remontada de fútbol y espíritu en una última noche de Champions League en el Santiago Bernabéu.