Samuel Aldrey | @SamuelAldrey
La victoria del Real Madrid sobre el París Saint-Germain (3-1) fue un brillante ejemplo de cómo Karim Benzema puede ganar un partido por sí solo. El gato es un depredador que lo tiene todo en el área y fuera de ella.
No hace falta decir que la principal tarea del Chelsea en su partido de cuartos de final de la Champions League en Stamford Bridge es detenerlo, pero eso es más fácil de decir que de hacer.
Una de las claves del juego de Benzema es su capacidad para llegar en corto, caer entre las dos líneas defensivas y ser el disruptor del juego para sus compañeros.
Benzema atrae y genera espacio; recibe con el pie derecho y envía un pase con el pie izquierdo. Habilidades que pocos delanteros poseen / @Wyscout
No se pudo apreciar eso que hacía Benzema hasta ahora. Su mayor virtud es llegar profundo, y meter a la gente en el juego de la forma en que él lo hace. La clave de Benzema para lograr eso y triunfar es que no le resta en su capacidad goleadora.
Benzema se presentó por allá en el 2009 como jugador del Real Madrid y aseguró en rueda de prensa que su ídolo era Ronaldo Nazario. Una confesión sorprendente porque durante unos cuantos años, más de diez, la percepción que se tenía de él en la mayoría de madridistas era muy distante a la de Ronaldo.
Costaba ver a ese escuálido jugador criado en una barriada de Lyon como un verdugo del gol, pero el tiempo lo ha convertido precisamente en eso.
Probablemente, jamás tendrá la etiqueta de Killer de Ronaldo Nazario, de hecho, incluso en la redacción de Meridiano todavía existe esa opinión, pero ya es el tercer máximo goleador de la historia del Madrid con 313 goles, un hito en todo caso inimaginable para el delantero que José Mourinho denominó "el gato".
Pero el gato lo tiene todo: visión, remate, cabezazo, movimiento, dinámica, regate y gol. De hecho, esta temporada ha sido su mejor temporada de lejos: 35 partidos, 34 goles y 8 asistencias.
Benzema se ha convertido en un Killer que lo tiene todo.
Hoy buscará romper con su juego la entramada estructura de Thomas Tuchel y el Chelsea en Stamford Bridge.