Samuel Aldrey / @SamuelAldrey
Sobre los restos del cadáver de la Superliga, Real Madrid y Chelsea - dos de sus fundadores - se enfrentarán en los cuartos de final de la Champions League, el modelo que pretendían derrocar. Son unos cuartos con el aliciente de la revancha que da el fútbol, el Rey de Copas contra el actual campeón; el vencido de las semifinales del año pasado frente a su verdugo.
De momento, lo inmediato es la búsqueda de una semifinal y no una final como el año pasado. El Madrid se siente enorme este año en la Champions con una epopéyica remontada contra el PSG, en los octavos, con un Karim Benzema en un nivel superlativo.
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Los londinenses, mientras, pese al azote político que sufre el club desde el gobierno de Boris Johnson contra el propietario ruso Roman Abramovich, se mantuvo en pie y no dejó que le afectaran las restricciones de su presupuesto ni el veto que tienen sus aficionados de ingresar al estadio.
Quizás esto marque una desventaja para los ingleses: jugar ante el Madrid sin poder vender boletos a sus aficionados en la ida.
Dos búnkers con mucha ofensiva.
Eso sí, más allá de los matices, Real Madrid y Chelsea comparten una virtud innegociable cuando juegan en la Champions League: defienden bien y atacan con precisión.
El Chelsea con Thomas Tuchel han progresado en su defensa en esta Champions League dejando su arco cinco veces en 0 y solo teniendo una derrota en la fase de grupos ante la Juventus. El equipo de Londres solo ha recibido 13 disparos a puerta en todo el torneo.
Mientras, el Real Madrid ha permitido muchos más disparos al arco (36), pero se ha mantenido con solo cinco goles en contra gracias al increíble trabajo debajo de los tres palos de Thibaut Courtois que ha detenido el 86.6 % de los disparos que ha recibido, es decir, Courtois detuvo 31 de 36 disparos.
Así el partido se presenta a nivel defensivo entre un equipo más ordenado y disciplinado sin balón, el Chelsea; contra un equipo que queda más expuesto a transiciones veloces y que permite, por ello, muchas ocasiones a su rival, pero ha encontrado en su arquero un muro imbatible que da una enorme seguridad a su línea defensiva.
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Será una eliminatoria tan pareja que hasta el nivel ofensivo ambos equipos son muy similares. Aunque a nivel individual, el Real Madrid, saca una enorme ventaja con la dupla de Karim Benzema-Vinicius ante las individuales intermitentes del Chelsea (Lukaku, Pulisic, Havertz, Ziyech, Werner).
El peligro de las individualidades.
El Real Madrid depende en demasiado en los que generan sus dos principales piezas de ataque: Benzema y Vinicius. Mientras, el Chelsea tiene una ofensiva más balanceada / Elaboración propia
Ambos llegan con 17 goles anotados a los cuartos de final. El Madrid ha creado 27 ocasiones de gol y ha convertido el 63% de las ocasiones que genera.
Benzema es la principal punta de lanza del equipo de Carlo Ancelotti, pues ha convertido 8 de esas 17 y Vinicius dos, es decir, entre ambos tienen el 71% de todo el peligro del ataque blanco.
Para Tuchel será crucial evitar que el mediocampo del Madrid (principalmente Modric, el que más balones conduce a ¾ de cancha) conecte con esta dupla.
En cambio, el Chelsea es un equipo más difícil de descifrar en la forma en que llega al gol, pues no tiene una referencia fija en ataque. Sus ocasiones están distribuidas entre varios jugadores, aunque ha creado casi la misma cantidad de ocasiones (26) y ha convertido los mismos goles que el Madrid (17), aunque con un poco más de efectividad (65.4%).
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La diferencia radica en la distribución de esos 17 goles. En el Chelsea su máximo artillero en Champions es Timo Werner con tres goles, en solo 162 minutos de juego. El resto de goles se dividen entre los siguientes jugadores: Lukaku (2), Jorginho (2), Havertz (2), Pulisic (2); Azpilicueta, Reece James, Christensen, Chalobah, Ziyech y Hudson Odoi.
Así para la defensa del Real Madrid será un rompecabezas hallar referencias en el ataque del equipo londinense, que baila en un tango infinito de intercambio de posiciones sin un delantero fijo.
Romelu Lukaku no ha tenido la temporada que hubiera deseado y el sistema de Tuchel no es el más idóneo para un delantero como él.
Aun así, todo parece proyectar una eliminatoria extremadamente ajustada y donde el peso individual de cada jugador decantará la eliminatoria.
Allí el Madrid parece tener una pequeña ventaja, no obstante, en la mente merengue queda grabada a fuego la eliminación en las semifinales el año pasado, donde precisamente, en dos transiciones rapidísimas, el Chelsea dejó fuera a los madrileños.
El fútbol le da la posibilidad de revancha al Real Madrid frente a su verdugo: el actual campeón de Europa.