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Un lunar acompañó a la jornada tres del torneo del fútbol paraguayo, después que una de las zonas del emblemático 'Estadio Defensores del Chaco' fuera epicentro de una auténtica batalla campal, que empañó el cotejo que disputaban Cerro Porteño y el equipo 2 de Mayo. Las imágenes fueron sorprendentes, pero una de ellas destacó por cómo el portero Fernandes Filho quiso disuadir la trifulca.
Uno de los vídeos mostró al guardameta arrojando agua sobre 'La Plaza' y 'El Comando', nombre de las dos barras de Cerro Porteño señaladas como protagonistas de iniciar todo el caos en un sector de la 'Gradería Norte' del histórico recinto de Asunción, en el que igualaban a cero los dos equipos, a diez minutos de haber iniciado el segundo tiempo, cuando el árbitro José Méndez decidió suspender el compromiso.
Las acciones generaron la huida de distintas formas de una gran cantidad de personas presentes en el estadio, algunos tuvieron que treparse en las cercas de las gradas, mientras otros se arrojaron al propio gramado para escapar de la barbarie.
Las imágenes de Luis Riveros, jugador de Cerro, salvando a un bebé que estaba en la zona destinada a los hinchas o sus secuencias calmando a niños que estaban presentes en el recinto, hablan por sí sola.
Habrá castigo
La situación vivida no admite discusión sobre el anuncio de una sanción. Habrá y eso es casi un hecho. Sin embargo, los detalles están enmarcados en cuanto a quién se dirigirá el castigo y el alcance del mismo, pudiendo afectar al propio club o estar apuntado a las dos facciones de seguidores del 'El Ciclón de Barrio Obrero'.
Cerro Porteño en su comunicado ya dio claves hacía dónde va destinado su ataque. Y es que, en el pronunciamiento instaron a prohibir la entrada de ambos grupos, así como individualizar a los responsables. Incluso, en el texto detallaron que uno de los capitanes del equipo (Diego Churín) sufrió una herida en la cabeza con un proyectil.
Por lo pronto, el caso está siendo estudiado por el Tribunal de Disciplina de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), que será el ente encargado de dictaminar las consecuencias de todo el caos acaecido en el mítico 'Estadio Defensores del Chaco'.