Si hay un técnico que lleva un tiempo intentando recuperar el sendero de los éxitos en el banquillo, ese es el portugués José Mourinho. En los años más recientes no ha podido reeditar sus galardones de otrora, mientras insiste en recuperar un sitial en la élite del fútbol.
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Por lo pronto, eso tendrá que esperar en la mesa del entrenador porque en la jornada de este martes, 13 de agosto, el luso volvió a sufrir un revés que lo dejó fuera del primer objetivo de la campaña con su club, el Fenerbahçe.
Justamente, su dirigidos fueron eliminados en la tercera ronda de clasificación para la venidera Champions League, tras empatar a uno con el Lille y cerrar el globar 3-2, después de la derrota en la ida con marcador de 1-2.
Mourinho ya había preparado el terreno
Sin duda alguna, esto representa un contratiempo en su nuevo hogar, tras lo trágico que fue su despedida de la Roma, que viene de ser lo más inmediato en el palmarés del portugués.
Sin embargo, el técnico -que suele ser un veterano de guerra cuando se declaraciones se trata- ya venía preparando el terreno ante la posibilidad de que el boleto a la Liga de Campeones se desvaneciera en sus manos.
"El club nunca me dijo que participar en Liga de Campeones fuera una necesidad. Si alguien me pregunta si podemos ganar la Champions, yo respondería: "Todo es posible, pero no creo en milagros". En cambio, sí creo que es viable ganar la Europa League. Ahora bien, si me das a elegir cuál quiero jugar, no tengo dudas: la Champions", expresó el DT en la antesala del partido de ida.
Con todo y eso, José Mourinho solo tiene 73 días oficialemente al frente del cargo, por lo que tendrá que replantear los siguientes objetivos de la temporada, sobre todo, en el aspecto de las competiciones domésticas.