La Copa Libertadores es el torneo de clubes más prestigioso de América del Sur, y ser campeón de este certamen es un logro que solo dos futbolistas venezolanos han alcanzado. Jefferson Savarino y Alejandro "Lobo" Guerra, con Botafogo en 2024 y Atlético Nacional en 2016, respectivamente.
NOTAS RELACIONADAS
A continuación, comparamos sus actuaciones para determinar quién tuvo un mayor impacto en sus respectivas campañas victoriosas.
Jefferson Savarino fue una pieza clave para Botafogo en su histórica conquista de la Copa Libertadores 2024. En 15 partidos, Savarino anotó cuatro goles y proporcionó cuatro asistencias, acumulando un total de 1.123 minutos en el campo.
Su capacidad para crear oportunidades y finalizar jugadas fue crucial para el éxito del conjunto brasilero. Savarino no solo destacó por sus estadísticas, sino también por su liderazgo y consistencia a lo largo del torneo. Su desempeño incluyó momentos decisivos, como un doblete en las semifinales contra Peñarol, que ayudó a asegurar el pase a la final.
Por otra parte, el “Lobo” Guerra, hizo historia en 2016 al convertirse en el primer venezolano en ganar la Copa Libertadores con Atlético Nacional. En 13 partidos, Guerra anotó tres goles y dio una asistencia, sumando 925 minutos de juego.
Aunque sus números son ligeramente inferiores a los de Savarino, Guerra fue fundamental en el mediocampo del equipo colombiano, aportando tanto en ataque como en defensa. Su habilidad para controlar el ritmo del juego y su visión para crear oportunidades lo convirtieron en un jugador indispensable para Atlético Nacional. Guerra fue reconocido como el mejor jugador del torneo, un testimonio de la calidad y el aporte con el club colombiano.
Ambos jugadores tuvieron un impacto significativo en sus equipos, pero sus roles y contribuciones fueron diferentes. Jefferson Savarino, con más goles y asistencias, fue más decisivo en términos de estadísticas ofensivas.
Por otro lado, Alejandro Guerra, aunque con menos goles y asistencias, fue el motor del mediocampo de Atlético Nacional, controlando el juego y proporcionando estabilidad al equipo.