El fútbol italiano ha tenido múltiples controversias a lo largo de su historia, tal como ha ocurrido con los casos del Totonero, donde descendió el Milan, o el Calciopoli, donde fue descendida la Juventus. También destacan los casos de las plusvalías y los jugadores implicados en apuestas ilegales.
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A pesar de que los clubes y sus dirigentes han sido los principales blancos de los escándalos en el Calcio, esta semana se ha dado a conocer una investigación que involucra al ente que debe regir el fútbol en Italia y encargarse de que todo esté en orden: la Federación Italiana de Fútbol (FIGC por sus siglas en italiano).
Esto se debe a que Gabriele Gravina, presidente del órgano federativo, ha sido interrogado y oficialmente investigado por la Fiscalía de Roma debido a ciertas irregularidades que lo involucran.
Entre esas irregularidades, se encuentran cargos por lavado de dinero y recepción de sobornos. Se desconoce el propósito por el cual el mandamás del fútbol italiano habría recibido dinero de forma ilícita.
La investigación aún se encuentra en pañales, por lo que se espera que en los próximos días aparezca mayor información sobre el caso Gravina y las consecuencias que este podría tener en el futuro de la Federación Italiana de Fútbol.