La situación de Frenkie de Jong en el FC Barcelona se ha convertido en un gran "dolor de cabeza" para la directiva culé, especialmente tras su poca participación en los últimos partidos antes del parón invernal.
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Es innegable que Frenkie de Jong ha perdido protagonismo en el esquema del equipo. Suplencias y ausencias en partidos importantes evidencian una disminución en la confianza depositada en él por parte del cuerpo técnico, ahora bajo la dirección de Hansi Flick.
El último partido en el que tuvo una participación destacada, aunque no positiva, fue contra el Real Betis, donde ingresó desde el banquillo y cometió un penalti que significó el empate para el equipo sevillano. Este tipo de errores, sumados a un rendimiento que no ha terminado de convencer, han contribuido a su relegación a un segundo plano.
Las lesiones y la crisis salarial del Barcelona
Sin embargo, no solo el nivel deportivo ha provocado la desconfianza de Flick, sino también los constantes problemas físicos que ha sufrido el neerlandés en este primer tramo de la campaña. Las lesiones le han impedido tener continuidad y mostrar su mejor versión, afectando en la moral del jugador.
Cabe destacar, que esta serie de inconvenientes se han repetido desde hace varios años y el Barcelona ha intentado vender a Frenkie de Jong como una medida para aligerar la masa salarial del club y generar ingresos para afrontar otros fichajes.
El alto salario del ex mediocampista del Ajax representa una carga importante para las finanzas del club, especialmente en un contexto económico desafiante. No obstante, por diversas razones, incluyendo la voluntad del jugador de permanecer en el club y la falta de buenas ofertas, De Jong sigue en la plantilla.
¿Cuándo finaliza su contrato?
Frenkie de Jong tiene contrato con el Barcelona hasta el verano de 2026. Esto significa que, a menos que se concrete una venta en los próximos mercados de fichajes, el jugador seguirá formando parte de la plantilla azulgrana por varias temporadas más.
De acuerdo con Transfermarkt, cuanta con un valor de 60 millones de euros (cantidad que descenderá considerablemente, de mantener dicha dinámica).
Esta situación preocupa a todos los directivos culés comandados por el presidente Joan Laporta, ya que mantener a un jugador con un alto salario y poca participación deportiva genera un desequilibrio total; además de impedir reforzar el equipo con nuevos nombres.
