La temporada de Vinícius Jr. ha sido, sin duda, una montaña rusa. El talentoso extremo brasileño, acostumbrado a ser la chispa ofensiva del Real Madrid, llega al Mundial de Clubes en un momento de notable irregularidad.
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Si bien sus números finales de la temporada (20 goles y 16 asistencias en 50 partidos) no son malos, lo cierto es que no reflejan el impacto y la brillantez a los que nos tenía acostumbrados.
La primera mitad de la campaña lo vio como el líder indiscutible del ataque blanco. Desequilibrante, decisivo y con esa chispa que lo convierte en un dolor de cabeza para cualquier defensa. Sin embargo, un punto de inflexión marcó un antes y un después en su rendimiento: la pérdida del Balón de Oro frente a Rodri, una decisión que para muchos resultó polémica e incluso injusta. A partir de ese momento, algo cambió en el brasileño.
La caída en su rendimiento
Tras el revés del Balón de Oro, Vinícius se dejó llevar. La frustración y, quizás, una presión autoimpuesta, comenzaron a pasar factura. Su desequilibrio se vio mermado, la confianza en el regate disminuyó y, en ocasiones, su toma de decisiones en los metros finales no fue la más acertada.
La alegría en su juego, un sello distintivo de su estilo, pareció apagarse por momentos. De ser el faro ofensivo, pasó a ser un jugador intermitente, con destellos de su calidad pero sin la continuidad deseada.
La "Casa Blanca" sabe que necesita al mejor Vinícius. En un torneo tan exigente como el Mundial de Clubes, donde cada partido es una final y la presión es máxima, el Real Madrid requiere que su estrella brasileña recupere esa versión imparable que lo catapultó a la élite del fútbol mundial.
La oportunidad para redimirse
El magno evento de la FIFA se presenta como el escenario ideal para que Vinícius Jr. se reencuentre consigo mismo. Es una oportunidad de oro para dejar atrás la irregularidad de la temporada y demostrar que sigue siendo uno de los jugadores más determinantes del planeta.
Ahora con la salida de Carlo Ancelotti, el talentoso extremo deberá mostrar toda su calidad al nuevo entrenador (Xabi Alonso). Además, también tendrá que encontrar la conexión con su compañero en ataque Kylian Mbappé, quien espera por un socio ideal.