Lionel Messi ha marcado goles de todas las formas en su carrera: ha emulado el gol del siglo de Diego Armando Maradona del Mundial del 86 ante Inglaterra en un duelo de Copa del Rey ante el Getafe con una cabalgata desde el centro del campo; ha metido un gol con el pecho en una final del Mundial de Clubes ante Estudiantes; De vaselina, de falta, de penalti, con la cabeza y con ambos pies. Incluso con la mano ante el Espanyol, la mano de Dios. Le faltaba uno de chilena, pero ya no.
Lionel Messi quebró su maleficio con el acrobático al meterse en el área desde la frontal, recibió y durmió con el pecho un pase filtrado exquisito de Paredes por encima de la incrédula defensa del Clermont y, con la portería a sus espaldas, se sacó una chilena que bañó al arquero y dejó el mejor debut posible para el PSG en la Ligue 1, una goleada por 0-5 sobre el Clermont.
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Ahora, a Messi aún se le resisten varios goles en su carrera deportiva. Una carrera que le ha llevado a convertirse en el tercer máximo goleador de la historia del fútbol, según los registros de la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol), con 772 celebraciones, tercer máximo goleador de la historia del deporte al alcanzar la legendaria cifra de Romario.
Sin embargo, en esos 772 goles hay tres goles que no ha logrado anotar Messi en su carrera. Tres formas de llevar el balón a las redes que se le resisten a uno de los mejores jugadores de la historia.
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Los goles que le faltan a Messi.
Un gol de tacón. Lionel Messi ha dejado infinidad de tacones en su carrera, pero siempre para habilitar a un compañero o como un recurso para sacar ventaja en un regate a toda velocidad. El recurso lo tiene, lo que resulta peculiar es que en el área chica pocas veces se le presenta la oportunidad de llevar el balón a las redes con un espuelazo.
La única vez que lo hizo fue contra el Eibar con un túnel de ñapa al arquero Yoel Rodríguez que no pudo evitar el golazo del argentino. Sin embargo, si lo evitó el banderín del cuarto árbitro al invalidar la jugada por un fuera de juego. El gol de tacón se le resiste al '30' del PSG.
Un gol con el exterior del pie. Otro recurso que no se cansa de mostrar Lionel, pero con el que nunca ha marcado. Su disparo siempre se reduce a un chute con rosca con el interior del pie.
En los tiros prefiere no usar el recurso y él tendrá sus razones. La realidad es que no ha marcado con el exterior.
Un gol de palomita. Los goles de cabeza no son la especialidad de Messi. El argentino se ve limitado con su 1.70 metros de altura de poder competir en las alturas. Aunque, una palomita no necesita competir en las alturas es una gol que necesita que ciertos eventos ocurran para poder hacerlo.
Messi estuvo cerca en el Mundial de Clubes de 2009, pero la pelota se fue fuera.