Samuel Aldrey | @SamuelAldrey
La final de la Copa. Toda esa pompa y ceremonia, los ritos clásicos, los rituales consagrados. Pancartas y carteles entre las aficiones del Chelsea y el Liverpool en Wembley. Una final con sabor a revancha tras la derrota del equipo de Thomas Tuchel el pasado 27 de febrero en la final de la Carabao Cup.
El Chelsea busca su novena FA Cup y el Liverpool, la octava. La curiosidad es que ninguno de los dos técnicos han podido ganarla. Jürgen Klopp y Thomas Tuchel buscan sumar un título que les falta en su currículum.
El que parte con ventaja es Klopp, pues en el enfrentamiento directo ha sido el técnico que más veces se ha enfrentado a Tuchel a lo largo de su carrera. Jürgen le ha ganado 10 veces y Tuchel solo 3, en dieciocho enfrentamientos. Han firmado el empate en cinco ocasiones.
Para Jürgen Klopp y su formidable equipo del Liverpool, la FA Cup representa una especie de frontera final, un destino y una parte del viaje más amplio. Ganar la Copa por sí solo no hace grande a un equipo.
Aunque, Klopp, que no ha ocultado sus prioridades competitivas a lo largo de los años, argumentaría sin duda que el éxito de su proyecto no depende de ganar un solo partido de fútbol de 90 minutos, pero al repasar la historia del fútbol inglés y muy pocos de sus grandes entrenadores no conquistaron la competición en algún momento.
Brian Clough ganó títulos de liga y Copas de Europa, pero hasta el día de su muerte la ausencia de un triunfo en la final de la Copa siguió siendo uno de sus grandes remordimientos. Si Klopp se va de Inglaterra sin una medalla de campeón de la FA Cup, eso le roerá: no mucho, pero sí persistentemente y para siempre.
Mientras, para Thomas Tuchel se presenta una doble oportunidad: vengarse por la derrota en la final de la Carabao Cup en los penales, quitarle la posibilidad al Liverpool de ganar cuatro títulos en una temporada y darle una alegría a un club que acaba de ser vendido.
En Wembley se viven aires de revancha entre dos técnicos que buscan su primera FA Cup.