Samuel Aldrey /@SamuelAldrey
Los clubes de fútbol suelen ser una mala inversión. El Fondo de Inversión Pública (FPI) de Arabia Saudí no fue una excepción con la adquisición por 305 millones de libras (359 millones de euros) del Newcastle United, un club británico conocido como uno de los “gigantes dormidos” del fútbol.
El pasado mes de octubre, el club estaba en uno de los momentos más complicados de su historia en el siglo XXI. Iba penúltimo en la Premier y la afición tenía demasiados años viviendo una agonía en el infierno de la tabla de posiciones, aun cuando sus aspiraciones, aunque fueran únicamente sentimentales, eran diametralmente opuestas.
Así llega el Fondo de Inversión con sus grandes bolsas de dinero y grandes promesas. La demagogía va de la mano con el júbilo inicial de la entrada hiperbólica de dinero. El Newcastle se convierte en el club más rico del mundo y con esa absurda cantidad de capital dio inicio el circo mediático de grandes nombres, grandes cifras de despilfarro para crear una plantilla obscena: Haaland, Pedri y Mbappé fueron los nombres que encabezaron la retahíla de rumores.
Ahora en diciembre, casi dos meses después, este equipo no ve salida del infierno y ni siquiera está cerca del purgatorio. Después de 12 partidos de Liga, es colista, ha cambiado de entrenador, aún no conoce la victoria y está a seis puntos de una salvación, que marca el Watford con 13 puntos.
El equipo en la cancha va de derrota en derrota y no logra alcanzar el fondo del pozo. En lo institucional, el panorama tampoco es nada halagador. A finales de octubre, la totalidad de los equipos que conforman la Premier League se reunieron de urgencia para prohibir de forma temporal (un mes) los contratos de patrocinio entre los clubes y su propietario.
En este caso en particular, entre Newcastle y el PIF, el fondo presidido por Mohamed bin Salmán, príncipe heredero de la monarquía saudita. Ahora, según el ‘Daily Mail’, la medida ha sido prolongada hasta el 14 de diciembre, lo que limita considerablemente la financiación de los del noreste de Inglaterra.
La pancarta en respaldo al nuevo técnico Eddie Howe /AFP
Lo hicieron para evitar una tendencia evidente que además dadesventajas para el deporte y su sana competitividad. De seguir adelante esos patrocinios el fútbol tendría otro patrocinador estatal con mucho dinero, lo cual distorsionaría la competición. El Manchester City, apoyado por EAU, ha ganado tres de los últimos cuatro títulos de la Premier. El París Saint-Germain, de Qatar, ha fichado recientemente a Lionel Messi, al que muchos consideran el mejor jugador de la historia.
Depositar todo en una nueva esperanza.
Después del baile de rumores en el banquillo Eddie Howe fue el elegido para liderar el proyecto y todas las esperanzas están depositadas en él. El club solo suma siete puntos y todo parece estar complicado, pero el hombre que, a sus 31 años, logroó subir al Bournemouth en Cuarta división, lo ascendió a la Premier League y lo mantuvo durante cinco temporada.
Los fanáticos lo respaldan a morir e incluso en el último partido desplegaron una pancarta en su apoyo que decía: "El ejército blanco y negro de Howie, haz cada día tu obra maestra".
Sin embargo, después de doce jornadas sin victoria los resultados pesan como una losa. Este es un paupérrimo para el club más rico de Europa.