Samuel Aldrey /@SamuelAldrey
"Por dinero lavamos todo", es el mensaje que le transmite la afición del Bayern de Munich a sus dirigentes. Los socios del club germano no quieren pan y circo ni circo y pan si este espectáculo del fútbol viene financiado con las manchas de sangre de un país que no respeta los derechos humanos.
El osado moralista que pinta la realidad, que se quiere ignorar y esconder en las oficinas bávaras, es Michael Ott, socio del Bayern y abogado en prácticas en la Audiencia de Maguncia. Solo tiene 28 años, pero su voz representa el sentimiento de un amplio sector de la hinchada. Su mensaje dirigido a Oliver Kahn, delegado del club, lo coloca a decidir entre la ética o el dinero. El diario Bild lo entrevistó después de iniciar la moción contra el patrocinio catarí.
La pancarta y la moción ponen a Kahn ante su primera gran decisión en el cargo. La gráfica habla por sí sola: Kahn complaciente con el patrocinio catarí recibe una enorme cantidad de dinero en un maletín, acompañada de un diseño con un dibujo de una lavadora llena de sangre y al presidente Herbert Hainer sosteniendo una camiseta ensangrentada.
El inicio del patrocinio.
Catar es uno de los principales patrocinadores del club desde el año 2017. Ott indica que es indignante que una entidad como el Bayern tenga relaciones comerciales y firme contratos con un estado al que se le acusa constantemente de violar los derechos humanos.
La directiva del Bayern defiende a esta acusación hecha caricatura al recordar que fue el Gobierno alemán, en una exhortación del Ministerio de Asuntos Exteriores, que en 2018 hizo un llamado al sector empresarial germano a firmar acuerdos comerciales con Catar.
Karl Heinz-Rummenigge lo dejó claro el año pasado cuando aún ostentaba la presidencia del club: "El Bayern es un club exitoso pero también es una empresa", puntualizó.
La caricatura se burla de ese tipo de defensa al colocar a Oliver Kahn sujetando la vestimenta de un jeque árabe y un maletín con el siguiente texto: "Pueden confiar en nosotros". Los aficionados ya no confían en sus directivos por ello el día de 25 de noviembre se dirimirá una batalla ética en donde los socios del club votaran para romper su vínculo con el estado catarí. La moción será presentada durante la asamblea anual del club.
Los números del contrato con Catar.
Según el diario alemán 'Bild', la empresa catarí habría ofrecido, además, una renovación por cinco años (a partir de 2023, cuando vence el actual contrato). El club percibe 17 millones de euros anuales por su tener el logo de Qatar Airways en su camiseta.
Esta es la respuesta de la hinchada del Bayern a la violación reiterada de los derechos humanos en Catar, país encargado de albergar el próximo Mundial, y cuyas aerolíneas patrocinan al equipo. The Guardian, diario británico, publicó en febrero un reportaje en el que registra más de 6.000 trabajadores inmigrantes fallecidos en la construcción de los estadios.
Michael Ott y los fanáticos del Bayern alzan su voz contra el pan y el circo. El objetivo es romper la perversa fascinación de ser cómplices. El fútbol, fuente de emociones populares ha generado una avara maquinaria arrodillada al dinero.
Los clubes parecen haber perdido su autonomía ante las grandes empresas con capital chino y árabe. Los estadios ya no tienen nombres de estadios tienen nombres de empresas: Allianz, Emirates, Wanda. Ahora los fanáticos del Bayern quieren tomar en sus manos el destino moral de su club, aunque las palabras de Rumenigge quedan grabadas "es una empresa". La rentabilidad y no la moralidad del club será la clave el 25 de noviembre.