El Real Madrid salvó el derrame de agua en Mestalla en el último momento, pero la victoria dejó al descubierto una serie de problemas internos que preocupan a Carlo Ancelotti. Los tres puntos, el gol de Bellingham y la expulsión de Vinicius fueron cortina en primeras instancias para no ver más allá.
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A pesar de la remontada agónica y la consecución de los tres puntos, el partido del Real Madrid ante el Valencia estuvo marcado por una primera parte de bajo nivel que provocó un fuerte enfrentamiento entre el entrenador italiano y sus jugadores.
Según fuentes cercanas al club, Ancelotti expresó su descontento con la actitud de varios futbolistas, a quienes reprochó falta de intensidad, compromiso y concentración. El gol del Valencia, que encontró una defensa desordenada fue la gota que colmó el vaso para el técnico italiano.
"Difícil de explicar lo malo de la primera parte y lo bueno de la segunda; no podemos hacer algo así", habría señalado Ancelotti en el vestuario durante el descanso.
La apatía y la desidia de algunos jugadores, así como la facilidad con la que el Valencia creó ocasiones de gol, pusieron en evidencia la necesidad de una reacción inmediata.
Llamado de atención a tiempo
El entrenador madridista advirtió a sus jugadores sobre los peligros de subestimar a cualquier rival y les recordó la importancia de mantener la concentración durante los 90 minutos. El gol del Valencia, fue un ejemplo claro, llegó con la defensa fuera de sitio por la salida de Rüdiger a tapar la banda y con solo cuatro jugadores en el área.
La victoria en Mestalla, a pesar de las dificultades, dejó ver algunos problemas que enfrenta el Real Madrid. Sin embargo, Ancelotti en diferentes ocasiones ha mostrado sus ganas de trabajar duro para recuperar su juego y la confianza en los jugadores que dirige.