Las recientes derrotas del Barcelona, que provocaron la salida de Xavi del equipo, han puesto de manifiesto la fragilidad de su línea defensiva. En los últimos cinco encuentros de los culés, el promedio de goles en contra ha sido alarmantemente alto, alcanzando la sorprendente cifra de 4 tantos por partido.
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La última derrota, ocurrida este sábado, se ha convertido en la más abultada de esta desafortunada racha para el Barcelona. En un emocionante duelo que dejó a los aficionados con el corazón en la mano, el equipo catalán cayó por 5-3 ante un rival feroz. Esta derrota se suma a una serie de resultados desfavorables que han sacudido a los seguidores del club.
Anteriormente, los blaugranas sufrieron un revés por 4-2 frente al Athletic Club en la Copa del Rey, mostrando vulnerabilidades en su defensa. La Supercopa de España también dejó cicatrices, con una derrota de 4-1 ante el Real Madrid que evidenció las dificultades defensivas del equipo.
La Champions League no fue más amable, ya que el Barcelona sucumbió ante el Amberes en la Fase de Grupos con un marcador de 3-2. El Girona también se sumó a la lista de verdugos, infligiendo una dolorosa derrota por 4-2 a los catalanes en condición de locales.
En este preocupante panorama, la defensa del Barcelona se erige como el eslabón más débil, y el cuerpo técnico enfrenta el desafío de encontrar soluciones rápidas para frenar esta sangría de goles en contra.
