El FC Barcelona enfrenta una preocupante crisis defensiva que ha llevado al equipo a sufrir una hemorragia de goles encajados, alcanzando niveles alarmantes que requieren una pronta y contundente acción por parte del cuerpo técnico liderado por Xavi Hernández. Tras 24 jornadas de LaLiga, el equipo ha recibido 33 goles, situándose como el séptimo peor en este aspecto, compartiendo posición con el Getafe y el Cádiz; y su segundo peor registro en lo que va de siglo XXI.
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La situación se ha agravado con el reciente empate ante el Granada, donde el Barça recibió tres goles, elevando aún más los registros negativos en materia defensiva. Iñaki Peña ha sido objeto de críticas debido a su promedio de dos goles encajados por partido, mientras que el experimentado arquero Ter Stegen ha recibido tres goles en un solo encuentro. Según el portal especializado en análisis de datos Opta, esta alarmante tendencia ha llevado al equipo a encajar 23 goles en 11 partidos en lo que va del año 2024, superando a cualquier otro equipo de las cinco grandes ligas de Europa en el mismo periodo.
El rendimiento defensivo del Barça se refleja en la escasa cantidad de encuentros en los que ha logrado mantener su portería imbatida, siendo únicamente ocho en lo que va de la temporada. Esta falta de solidez defensiva se traduce en una cifra de 11 partidos en los que el equipo ha logrado mantener su arco invicto en el total de los 35 encuentros oficiales disputados.
Estas estadísticas sitúan al Barcelona en una posición preocupante, siendo la segunda peor cifra de goles encajados en lo que va del Siglo XXI, solo superada por el desempeño defensivo del equipo en la temporada 2000-2001. Esta situación ha generado inquietud entre la afición y la prensa especializada, quienes demandan una pronta solución a este problema que ha afectado el rendimiento del equipo.
Este mismo portal muestra un dato aun mas preocupante. De los últimos 12 tiros a portería recibidos, 9 han terminado en el fondo de la red azulgrana.
El cuerpo técnico, encabezado por Xavi Hernández, enfrenta el desafío de revertir esta tendencia negativa, implementando medidas que permitan fortalecer la defensa del equipo y recuperar la solidez en la retaguardia. La falta de intensidad y el desorden defensivo han sido identificados como aspectos críticos que requieren atención inmediata, con el objetivo de mejorar el desempeño del equipo en el tramo final de la temporada.
El FC Barcelona se encuentra en una encrucijada en la que la solidez defensiva se presenta como un aspecto clave para alcanzar los objetivos planteados. La atención se centra en las acciones que el cuerpo técnico tomará para frenar esta hemorragia de goles encajados y devolver la confianza a la afición, en medio de una temporada desafiante donde solo les queda luchar por la Champions League e intentar enderezar el rumbo y esperar casi un milagro para subirse a la pelea por la liga española.