El Santiago Bernabéu se convirtió en un escenario lleno de emoción y lágrimas en la última jornada de la liga, cuando Luka Modric dijo adiós a su historia en el club tras 13 temporadas llenas de éxitos y momentos inolvidables. La despedida del genio croata no fue solo un acto simbólico, sino también una muestra del cariño que la afición y sus compañeros le profesaron en su último partido en casa. Pero quizás uno de los momentos más impactantes fue la presencia y la cercanía de Toni Kroos, su inseparable compañero y fiel escudero en el centro del campo durante años.
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La ovación de pie y el homenaje en el Bernabéu
Desde que Modric pisó el césped en su último partido como local, el estadio se vistió de recuerdos y agradecimientos. La afición, con mensajes como “Gracias, Luka” y “Te queremos, Croata”, llenó el ambiente de nostalgia. El centrocampista, que cumplirá 40 años en septiembre, fue recibido con una ovación unánime y conmovedora, que duró toda la duración del encuentro y dejó claro lo mucho que significa para el madridismo. Cada toque del “10” en el campo fue recibido con pasión, en una despedida que recordará por siempre en la historia del club.
Pero el momento que todos esperaban fue cuando Toni Kroos, que también dejó el club en 2024, salió del banquillo para recibir a Modric en su llegada al área técnica. La escena, capturada en fotos y videos, fue emotiva: un fuerte abrazo entre dos leyendas que compartieron la gloria del Real Madrid, logrando una química inigualable en el centro del campo que representó una de las eras más exitosas del club en la historia moderna.
La imagen de Kroos y Modric, con la leyenda de fondo del estadio lleno, quedó para siempre en la memoria de los aficionados.
Un cierre acorde a un legado sin igual
El momento, además de la despedida física, simbolizó el fin de una etapa dorada en el Real Madrid. Kroos tampoco quiso perderse la ovación y el reconocimiento en un día cargado de emociones. La presencia del alemán, en un acto espontáneo, reforzó la idea de que juntos construyeron un legado que difícilmente será igualado. La despedida de Luka Modric, acompañada por Kroos, fue un tributo al fútbol de calidad y al compromiso que ambos demostraron durante años en Chamartín.
El pasillo para la despedida de Luka Modric en el Bernabéu fue mucho más que un simple homenaje: fue un acto de gratitud, respeto y reconocimiento a uno de los mejores centrocampistas del mundo, que ahora deja la cancha, pero siempre será parte de la historia del club.