Desde la popularización de las famosas historietas o comics, un superhéroe se convirtió en historia, y desde su primera aparición en 1939, Batman ha sido referente para el universo DC Comics. Como ha sido costumbre desde hace 10 años, el ‘Batman Day’ es uno de los días más emblemáticos para los aficionados, pero ¿por qué se celebra?.
NOTAS RELACIONADAS
La historia se remonta al año 2014 para conmemorar los 75 años del debut del Caballero de la Noche, esto no tardó en ser un fenómeno global, que año tras año reúne a fanáticos de todo el mundo para homenajear a uno de los superhéroes más queridos. La popularidad de Batman creció como la espuma y sus películas taquilleras son ejemplo de ello.
Inicio de la festividad
La Comic-Con de San Diego es una de las más grandes e importantes de todas las que se realizan en el mundo, acaparando la atención de cientos de miles de personas abarrotando el recinto. Precisamente fue en este lugar donde dio inicio a la festividad el 23 de julio de 2014.
Sin embargo, para el 2015, la fecha se cambió al tercer sábado de septiembre para hacerlo más accesible a nivel mundial. Este año justamente cayó el 21 de septiembre coincidiendo con otro fenómeno “Las flores amarillas”, pese a esteo el ‘Batman Day’ no ha sido opacado.
La celebración rinde honores a la primera aparición de Batman en Detective Comics #27 en 1939, del escritor Bill Finger y el dibujante Bob Kane.
Actividades
Como toda conmemoración tiene sus actividades especiales comenzando desde las más pequeñas hasta las más grandes. Las tiendas geek abren sus puertas para recibir a los fans con mercancía, también hay proyecciones en cines, lanzan al mercado cómics conmemorativos y merch exclusiva.
En las principales ciudades del mundo se proyecta la famosa Batiseñal en edificios emblemáticos como en Nueva York, Londres, Los Ángeles y Ciudad de México.
En los últimos años, muchos eventos del ‘Batman Day’ se han trasladado al entorno digital, las redes sociales se llenan de fan art, cosplay y homenajes con hashtags como “#BatmanDay”, lo que mantiene viva la emoción.