Elvis González / @gabriel_elvis96
Tras una recaída en sus problemas de salud mental que la llevó a estar casi 30 días internada, la actriz estadounidense Amanda Bynes, abandonó el martes 11 de abril la institución mental ubicada al sur de California, Estados Unidos.
A pesar de que los médicos dieron el visto bueno para que pudiese salir del centro, la Exactriz infantil de 37 años de edad, deberá asistir para continuar recibiendo atención ambulatoria, y evitar una nueva recaída.
Según el sitio web estadounidenseTMZ, especializado en temas de celebridades, Amanda muy conocida por haber participado en la popular película Hairspray, fue encontrada deambulando desnuda por las calles de los Ángeles, pidiendo ayuda porque estaba sufriendo un colapso psicótico.
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En el año 2013 la también excantante fue diagnosticada con una crónica esquizofrenia y trastorno bipolar, siendo su madre Lynn Organ, la encargada de su tutela y responsable de sus tratamientos. Pero el pasado 20 de marzo, una fuente muy cercana a la familia Bynes, reveló al medio NBC News, que Amanda “no había estado con su familia durante bastante tiempo” y que esa pudiese ser la causa exacta de su recaída.
En el 2018 durante una entrevista para la revista Paper, la actriz reconoció que ha tenido serios problemas con posesión ilegal de drogas, conducir bajo los efectos de estupefacientes y en cometer locuras, como quemar en público sus pantalones o rasurar su larga melena rubia.
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Sin embargo, pese a todos esos problemas un juez tomó la decisión de dejarla en libertad con la condición de estar constantemente chequeada por un equipo de profesiones en problemas de salud mental.
Ahora para su recuperación vivirá en su propia casa de los Ángeles y será la responsable de manejar gran parte de su patrimonio, valorado en unos 6 millones de dólares.
