Bárbara Chirino
La desorganización y la falta de seriedad estuvieron a la orden del día en este concierto que se proyectaba como uno de los más grandes que se realizarían en el país, desde la falta de comunicación hasta la irresponsabilidad con los contratos de los artistas mancharon el festival más esperado de este primer trimestre del 2023.
Desde que fue organizada una “rueda de prensa” para conocer los detalles del evento ya se podía ver la falta de experiencia en la planificación de un espectáculo de este tipo, y es que en la primera convocatoria a la prensa todo resultó siendo un desastre que dejó a todos con más preguntas que respuestas.
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Posterior a eso, dos días antes del Musi-K Fest, una nueva invitación le llegó a la prensa para asisitir a La Carlota para un encuentro con Justin Quiles, quien nunca llegó pues el hombre al llegar a Venezuela salió a disfrutar de la noche capitalina y fue imposible que asistiera al compromiso.
Tres horas pasaron para que los organizadores dieran la cara a los periodistas que esperaron pacientemente durante tres horas bajo un implacable sol y con falta de hidratación, e informaron que el artista no podría asistir por ‘razones ajenas a su voluntad’.
Finalmente este sábado ya todo “estaba listo” para que la Base Aérea de La Carlota abriera sus puertas a un público ausente que no sabía todo lo que tendría que pasar para poder acceder, pues las puertas serían abiertas a la una de la tarde y pasaron tres horas más para que eso sucediera.
La lentitud al momento de ingresar llevó a muchos ‘trabajadores ambulantes’ a hacer de las suyas pues estaban cobrando 20$ para acercar a las personas al inicio de la fila y así pudieran ingresar más rápido, y aunque muchos se negaron a pagar ese monto, otros sí lo hicieron.
Asimismo, la queja de los asistentes se hizo sentir cuando en la puerta el personal de seguridad los despojó de sus brillos, maquillaje y hasta de los cargadores, reglas que en ningún momento la empresa organizadora especificó que no se podía llevar, lo más ilógico del cuento es que adentro habían stands de la marca Canguro para cargar los celulares… ¿pero con cuál cargador?
Cuando anunciaron que celebrarían el Musi-K Fest había una atractiva cartera de cantantes que ofrecerían 12 horas de buena música, esto se redujo a sólo siete cantantes que se presentaron en largos intervalos de tiempo, lo que generó que muchas personas se desanimaran y perdieran la energía con la que llegaron.
Las malas lenguas contaron que el puertorriqueño Justin Quiles estuvo a punto de también dejarles el pelero a los organizadores minutos antes de presentarse, y como para nadie es un secreto los problemas económicos que este festival presentó, podría decirse que con el artista tampoco lograban llegar a un acuerdo.
Horas antes del concierto se conoció que artistas como Fémina y Santi Prince estaban fuera de la programación del show, sin embargo, avanzada la noche y luego de que se había presentado una de las estrellas del concierto (J Quiles), ambos artistas criollos sí se presentaron.
Por otra parte, el público se enfureció cuando los animadores anunciaron a Anuel AA sin siquiera encontrarse dispuesto en ese momento para subirse a la tarima, esto deja claro que la falta de comunicación en el equipo es totalmente un fracaso.
Entre gritos aclamando al boricua y muchas personas molestas gritando "fraude", pasó más de una hora hasta que el artista le devolvió la alegría a todos con sus canciones que todos en conjunto corearon, pero esto tampoco logró calmar las aguas de aquellos que ya venían molestos por todo el desastre generado por las empresas Live Vip y High Class Productions.
Además, la presentación del boricua estuvo en riesgo pues las reglas del recinto fueron muy claras, y el evento tenía que terminar obligatoriamente a la una de la mañana, la tardía presentación del intérprete de ‘Más rica que ayer’ hizo que los productores se ‘jalaran los pelos’ pensando que corrían el riesgo de no poder terminar el show que contó con presencia gubernamental por razones desconocidas.
Asimismo, en la entrada muchas personas llegaron a media noche pues sólo estaban interesados en ver a Anuel AA, y aunque tenían su entrada en mano, los funcionarios que estaban a cargo de las puertas no los dejaban ingresar lo que generó que las personas se enfurecieran y pelearan para hacer valer lo que cancelaron por los boletos.
No cabe duda que las empresas productoras del show dejaron un sin sabor en muchos fanáticos, lo que le quita las ganas a cualquiera de volver a asistir a un espectáculo de ellos mientras mantengan al mismo equipo irresponsable que acabó con este espectáculo que pudo haber dado mucho de qué hablar, de la mejor manera.
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