Los Mets de Nueva York no la están pasando del todo bien desde hace un par de semanas, ya que los resultados y el rendimiento colectivo del equipo no ha estado a la altura. Es por eso que en días recientes la organización decidió bajar a Triple-A a Francisco Álvarez, esto con la finalidad de que mejore varios detalles.
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Si hablamos a nivel ofensivo, el de Guatire no ha podido desatar toda su fuerza con el madero, algo que lo caracterizó en su año de novato. Y es que antes de ser opcionado a Syracuse bateaba para .236/.319/.333 producto de 29 imparables en 123 turnos, con tres dobles, tres jonrones, 11 carreras remolcadas, 10 anotadas y .652 de OPS luego de 35 compromisos.
Por su parte, respecto a sus labores defensivas, en varias oportunidades se le vio dubitativo en situaciones de mucha presión. A eso se le suma que cuenta con tres errores detrás del plato y cuatro passed balls, cifras altísimas entre los receptores esta campaña.
Mets siguen confiando en Francisco Álvarez
Otro de los motivos que llevaron al joven de 23 años a Ligas Menores tuvo que ver con su framing, el cual ha desmejorado bastante. De hecho, hay que recordar que ese era uno de sus puntos más fuertes, y en lo que va de zafra cuenta con un diferencial negativo de -4 carreras por su mascoteo, uno de los peores registros de las Grandes Ligas.
Con este panorama, sumado al terrible presente que viven los dirigidos por el manager Carlos Mendoza, todo parece indicar que ha sido un acierto de la organización bajarlo a Triple-A. Y es que según el propio David Stearns, presidente de operaciones de los neoyorquinos, este era el momento adecuado para realizar dicho movimiento.
"Alvy es un pelotero talentoso que llegó a las Grandes Ligas en una edad muy temprana, y que inmediatamente demostró un altísimo nivel. Eso es difícil de recordar algunas veces, que tiene una edad en la que muchos prospectos todavía están en Doble-A, mientras que él cuenta con dos buenos años en las Mayores", señaló Stearns en una rueda de prensa durante este martes.
Luego finalizó: "Esto no es inusual. Al darle un tiempo para reiniciarse, para trabajar en ambas partes del juego y en un ambiente de menos presión, creímos que era el momento adecuado para hacerlo, tanto para él como para el equipo en general".