Aroldis Chapman, uno de los lanzadores más dominantes en la historia de las Grandes Ligas, sorprendió recientemente con una divertida anécdota sobre cómo manejó su primer pago millonario en el béisbol profesional.
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Durante una entrevista, el cubano confesó que recibió un cheque por 2 millones de dólares, pero en lugar de correr al banco para depositarlo, lo dejó en el bolsillo de un pantalón durante casi dos meses.
Un cheque millonario olvidado en un pantalón
Chapman, conocido por su recta explosiva que supera las 100 millas por hora, reveló que antes de llegar a las Grandes Ligas nunca había tenido una cuenta bancaria ni una tarjeta de crédito o débito. Aunque sabía de su existencia, su único conocimiento sobre el sistema financiero provenía de lo que había visto en películas.
"El primer cheque mío estuvo ahí en el bolsillo guardado, ufff. Yo nunca en mi vida había tenido una cuenta de banco o una tarjeta de crédito o débito, yo conocía de eso por las películas. Yo todos los días sacaba el cheque, lo miraba y lo volvía a guardar", comentó el relevista con una sonrisa.
Para muchos peloteros jóvenes que firman contratos millonarios, el primer pago suele significar un gran cambio de vida. Sin embargo, Chapman no sintió la urgencia de depositar el dinero, ya que hasta ese momento nunca había necesitado una cuenta bancaria.
La diferencia con otros jugadores jóvenes
Mientras que muchos beisbolistas, tras recibir su primer gran pago, se apresuran a abrir cuentas bancarias y contratar asesores financieros para gestionar su dinero, el cubano se tomó su tiempo. Pasaron casi dos meses hasta que finalmente decidió hacer algo con el cheque, tras escuchar los consejos de un conocido que le indicó que lo mejor que podía hacer era depositar el dinero.
La historia de Chapman es un recordatorio de los desafíos que enfrentan algunos jugadores jóvenes cuando ingresan a un mundo completamente nuevo, donde la fama y el dinero llegan de golpe. No todos tienen la misma preparación financiera, y algunos incluso terminan en dificultades económicas pese a haber firmado contratos millonarios.
Afortunadamente, la anécdota del cubano solo quedó en una historia divertida, ya que a lo largo de su carrera ha sabido administrar sus ingresos y mantenerse como una figura clave en las Grandes Ligas. Hoy, con más de una década en la MLB y múltiples contratos millonarios firmados, Chapman puede mirar atrás y reírse de aquel primer cheque que pasó semanas en su bolsillo sin que él supiera realmente qué hacer con él.