Frederlin Castro
A los dos bateadores del primer partido de Venezuela en el Clásico Mundial de Beisbol contra la República Dominicana, Martín Pérez ya perdía 1-0 tras hits consecutivos de Julio Rodríguez y Juan Soto, y empezaba a parecer que al zurdo de los Rangers les esperaba una larga noche.
Pero Pérez se asentó después de eso, permitiendo sólo dos hits más y ninguna carrera más, manteniendo al potente equipo de la República Dominicana con una sola carrera en 3 1/3 entradas. Ponchó a cuatro, con dos bases por bolas, y terminó con una mejor salida que el abridor rival, el actual ganador del Premio Cy Young de la Liga Nacional, Sandy Alcántara.
La clave
Venezuela le propinó a Alcántara cinco hits, tres bases por bolas y tres carreras en su camino hacia la victoria por 5-1, su primera sobre la República Dominicana en cinco encuentros del Clásico Mundial de Béisbol.
"Pude controlar el juego un poco mejor (después de la salida)", dijo Pérez después del partido. "Traté de controlar mis emociones, y eso es muy importante. Empecé a ejecutar mis lanzamientos y a hacer lo que me gusta hacer, que es ubicar bien mis lanzamientos en las esquinas. Y esa fue la clave del partido para lanzar como lo hice. Creo que como equipo hicimos un gran trabajo. Los lanzadores atacaron la zona. Hicimos nuestro trabajo, y los bateadores también respondieron".
La experiencia
Esta es la segunda vez que Pérez juega en el Clásico. Su primera fue en 2017, cuando Venezuela terminó octava, y el zurdo cedió seis carreras combinadas en sus dos salidas (seis entradas).
"Soy lo bastante maduro para hacer ajustes rápidamente. Me mantuve en el presente. Lo que hice para minimizar el daño fue localizar mis lanzamientos. Salvador (Pérez) y yo teníamos un plan. Sólo quería localizar mis lanzamientos, y eso era algo natural. Aplicamos el plan de juego y por eso logramos buenos resultados."
Pérez siente un entusiasmo y energía diferentes alrededor del equipo Venezuela durante el Clásico de este año, yendo incluso más allá de su propia actuación emergente. Espera seguir ayudando a su país a competir este año, ya que Venezuela nunca ha terminado más arriba del tercer lugar en el Clásico (2009).