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En la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) reina la ofensiva, eso ha quedado demostrado durante muchos años. Es por eso que contar con lanzadores que puedan hacer el trabajo, salir de aprietos y manejar diferentes situaciones de juego es tan importante. Recordemos que nuestro circuito invernal es sumamente estrecho, por lo tanto, cada derrota significa un golpe.
En esta ocasión nos vamos a referir, específicamente, a los cerradores. Tras culminar la primera semana del calendario oficial de la campaña 2024-2025, revisamos las estadísticas en el portal web de la Liga y podemos observar que cuatro (4) monticulistas se han adjudicado su primer rescate de la contienda.
Carlos Navas (Bravos), Aaron McGarity (Tiburones), Silvino Bracho (Águilas) y Edwin Escobar (Cardenales) han sido los apagafuegos de la primera semana. Un nombre que resuena con mucha fuerza es el de Silvino, un hombre que tiene amplia experiencia en el torneo local y en el beisbol organizado.
Sin embargo, el caso de Aaron McGarity es importante en este departamento. El norteamericano de los Tiburones de La Guaira llegó al equipo durante la recta final de la pretemporada oficial, pero se mostró listo para asumir retos en el beisbol venezolano. En el compromiso del pasado sábado, 12 de octubre, ante Navegantes del Magallanes se vio metido en serios problemas al permitir llenar las almohadillas, pero sacó su casta de cerrador para garantizar la victoria de los vigentes campeones de Venezuela y del Caribe.
Por otra parte, Carlos Navas sigue siendo una pieza de alto impacto en el roster insular. Lo demostró en la pasada edición (2023-2024) y ahora ha arrancado con el pie derecho al retirar 1.0 capítulo sin permitir hits ni anotaciones, pero ponchando a un contrario.
En un casi similar al de McGarity, Edwin Escobar tuvo que apretar su brazo para rescatar el duelo para los pájaros rojos. En 1.2 entradas concedió 3 hits, 1 carrera limpia, otorgó 2 boletos y ponchó a 3 bateadores.
Sin duda alguna, ha sido un buen comienzo para los cerradores en la LVBP. Teniendo en cuenta que el circuito se ve dominado por la tórrida ofensiva de los ocho equipos, no ha sido un mal arranque para los monticulistas que trabajan en la parte final de los cotejos.